Así se expresó Francisco en su homilía durante la misa en honor de la virgen de Guadalupe, patrona de América Latina, celebrada en la basílica de San Pedro, donde presidió la Misa Criolla, que cumple 50 años desde su creación.
«Nos sentimos movidos a pedir que el futuro de América Latina sea forjado por los pobres y los que sufren, por los humildes, por los que tienen hambre y sed de justicia, por los compasivos, por los de corazón limpio, por los que trabajan por la paz, por los perseguidos a causa del nombre de Cristo», dijo en español.
Francisco agregó que de América Latina «se esperan nuevos modelos de desarrollo que conjuguen tradición cristiana y progreso civil, justicia y equidad con reconciliación, desarrollo científico y tecnológico con sabiduría humana, sufrimiento fecundo con alegría esperanzadora».
«Sólo es posible custodiar esa esperanza con grandes dosis de verdad y amor, fundamentos de toda la realidad, motores revolucionarios de auténtica vida nueva», catequizó.
Asimismo suplicó a la virgen María, en su advocación guadalupana, que «continúe acompañando, auxiliando y protegiendo» pues, gracias a su intercesión, «la fe cristiana fue convirtiéndose en el más rico tesoro del alma de los pueblos americanos».
Es un patrimonio que, según el pontífice, «se transmite y manifiesta hasta hoy en el bautismo de multitudes de personas, en la fe, esperanza y caridad de muchos».
El papa observó que las costumbres latinoamericanas se muestran en «la conciencia de dignidad de la persona humana, en la pasión por la justicia, en la solidaridad con los más pobres y sufridores, en la esperanza, a veces, contra toda esperanza».
«Por eso, nosotros, hoy aquí, podemos continuar alabando a Dios por las maravillas que ha obrado en la vida de los pueblos latinoamericanos. Dios ha ocultado estas cosas a sabios y entendidos, dándolas a conocer a los pequeños, a los humildes, a los sencillos de corazón», refirió.
La ceremonia comenzó en torno a las 18.00 locales (17.00 GMT), en la imponente basílica de San Pedro del Vaticano, por cuya nave central desfilaron las banderas de todos los Estados del continente americano, incluidas las de los países del norte.
A los pies del altar, bajo el baldaquino barroco de Gian Lorenzo Bernini, se dispuso una imagen de la virgen María de Guadalupe.
Esta celebración estuvo acompañada por la «Misa Criolla» del compositor argentino Ariel Ramírez, fallecido en 2010, interpretada por su hijo, Facundo, y cantada por Patricia Sosa.
En el acto participaron también más de 750 sacerdotes y el cardenal mexicano Norberto Rivera, el brasileño Raymundo Damasceno, el chileno Francisco Javier Errázuriz, el canadiense Marc Ouellet y el estadounidense Sean Patrick O’Malley, entre otros.
En este día dedicado a América Latina, el papa publicó un mensaje en su perfil oficial de la red social Twitter: «Nuestra Señora de Guadalupe, ruega por nosotros».