La decisión de EEUU de separar a las familias de migrantes apenas cruzan la frontera, despertó la furia de los díderes del mundo y unió a las empresas informáticas en el reclamo.
El papa Francisco se unió a las críticas contra la política de “tolerancia cero” del gobierno del presiente Donald Trump que ha provocado la separación de las familias en la frontera sur de Estados Unidos.
En una entrevista con Reuters en su residencia en el Vaticano y que fue publicada este miércoles, el Día Mundial de los Refugiados, Francisco dijo que apoya a los obispos católicos de Estados Unidos que han dicho que la separación de niños de sus padres es “inmoral” y “contraria a nuestros valores católicos”.
Hasta la Primera Dama expresó su repudio
En un intento de calmar las críticas contra la Casa Blanca por la separación de familias inmigrantes que está llevando a cabo en la frontera sur de Estados Unidos y rompiendo su habitual silencio en asuntos controvertidos, Melania Trump dijo que “odia” ver a familias separadas en la frontera y espera que “ambos lados del pasillo” (en referencia a los legisladores demócratas y republicanos del Congreso) puedan reformar las leyes de inmigración de la nación para evitar dicha situación, según un comunicado de su oficina que se divulgó el domingo.
“La señora Trump odia ver a los niños separados de sus familias y espera que ambos lados del pasillo finalmente puedan unirse para lograr una reforma migratoria exitosa”, dijo la portavoz de la primera dama, Stephanie Grisham. “Cree que necesitamos ser un país que siga todas las leyes, pero también un país que gobierne con corazón”.
Sobre Melania Trump
Cree que necesitamos ser un país que siga todas las leyes, pero también un país que gobierne con corazón”
STEPHANIE GRISHAM Portavoz de la primera dama de EE.UU.
La primera dama adoptó la postura de la Administración Trump, que se sacude la responsabilidad sobre este asunto y atribuye falsamente la práctica a una ley de la era Obama, durante la que en circunstancias extremas también se separaba familias. Pero legisladores demócratas, entre otros, señalaron que ninguna ley ordena la separación de niños y padres en la frontera con México.
La ex primera dama Laura Bush se sumó a las palabras de Melania Trump y calificó la política de “cruel” e “inmoral”. ”Aprecio la necesidad de hacer cumplir y proteger nuestras fronteras internacionales, pero esta política de tolerancia cero es cruel”, escribió. “Sabemos que este tratamiento inflige trauma”, denunció.
Dura posición de Microsoft
En tanto Microsoft está pidiendo a la administración que cambie su política de inmigración de «tolerancia cero» que está separando a las familias en la frontera de Estados Unidos y México.
La compañía se posicionó el lunes después de haber sido analizada por su relación de trabajo con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), la agencia que está aplicando la política. ICE usa el software de nube Azure de Microsoft.
«Como empresa, Microsoft ha trabajado durante más de 20 años para combinar la tecnología con el estado de derecho para garantizar que los niños refugiados e inmigrantes puedan permanecer con sus padres. Tenemos que seguir construyendo sobre esta noble tradición en lugar de cambiar el rumbo ahora. Instamos al Gobierno a cambiar su política y al Congreso a aprobar una legislación que garantice que los niños ya no sean separados de sus familias».
Apple y Facebook no se quedaron atrás
Tim Cook expresó públicamente su oposición a la política inmigratoria del presidente de EE.UU., Donald Trump. El director ejecutivo de Apple calificó de «inhumana» la situación que se vive en la frontera de EE.UU. Otros ejecutivos de compañías tecnológicas como Mark Zuckerberg de Facebook, y Jack Dorsey de Twitter, también han fijado sus posturas.
También la Iglesia Católica del los EEUU
El cardenal y presidente de la Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos, Daniel DiNardo, calificó de inmoral el uso continuo de esta medida del gobierno de Donald Trump. Jeff Sessions, secretario de Justicia, citó las sagradas escrituras para justificar la política de ‘tolerancia cero’.