El Real Madrid, como Judas, vende a Jesús por unas monedas

El club español llegó a un acuerdo con el Banco de Abu Dabi para crear tarjetas bancarias con el escudo sin la cruz. La polémica por «venderse al mejor postor».

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, llegó a un acuerdo con el Banco Nacional de Abu Dabi para crear unas tarjetas bancarias con el escudo del club. La polémica ha saltado cuando en la presentación de estas tarjetas el escudo madridista sufría un ligero cambio: la cruz que aparece sobre el escudo se había eliminado. No es la primera vez que los “petrodólares” intentan cambiar la identidad cristiana de un club, aunque sí es la primera vez que lo consiguen.

Más de 2000 personas han pedido al presidente del Real Madrid que rectifique y no quite la cruz del escudo en los países árabes. Desde la asociación Enraizados, la portavoz María Isabel Moreno muestra que se trata de “un menosprecio a los cristianos perseguidos en el mundo” y a los “800.000 cristianos que residen en Emiratos Árabes”. Según este colectivo, “menosprecian las raíces cristianas de la civilización europea y dan la espalda a la historia del club”.

Barcelona e Inter ya sufrieron la presión del mundo árabe

El del Real Madrid no es el primer caso de presión por cuestiones religiosas. El fútbol también se encuentra a veces con la intolerancia religiosa, la intolerancia de quienes no permiten la libertad y que pretenden imponer sus ideas por la fuerza.

Por ejemplo, en Arabia Saudita y en Argelia uno no puede comprarse una camiseta del FC Barcelona con la cuz de Sant Jordi. Sencillamente, ha desaparecido. La cruz roja sobre fondo blanco de Sant Jordi, que durante más de un siglo han llevado todos los jugadores y aficionados del conjunto catalán, ha sido suprimida por los musulmanes de aquellos países.

Según el diario La Vanguardia, desde el año 2008 ninguna tienda de la ciudad de Riad (Arabia Saudita) vende artículos con la cruz. Todas las camisetas y etiquetas en los coches que se ven tienen una barra vertical en la parte superior izquierda. El club afirma que no son camisetas oficiales y que sólo son falsificaciones hechas para evitar el símbolo religioso.

Otro ejemplo. En un partido de “Champions League” y en Turquía, el Fenerbahce Turco se quejó al equipo del Inter de Milan por portar en su equipo una cruz roja sobre fondo blanco que conmemoraba el centenario de la entidad. Algo inconcebible, como si se pudiera prohibir la media luna turca en los estadios de fútbol, o las banderas de Inglaterra o Georgia que tienen hasta cinco cruces rojas sobre blanco en su bandera. Como si se pretendiera que Portugal o Lituania no portaran en su camiseta la cruz de San Jorge, su patrón.

Venderse al mejor postor

A nadie debe sorprenderle que el fútbol sea un negocio. Los jugadores son mercancía a merced de los clubes, las camisetas cambian de color según intereses promocionales, los horarios de los partidos los marcan las televisiones, incluso se subastan los nombres de los estadios. Pero el fútbol es también un sentimiento, una pertenencia a unos colores, la defensa de una ciudad o unos valores. La decisión del Real Madrid de quitar su cruz del escudo hiere en lo más hondo a sus aficionados, sobre todo a los cristianos que sufren persecuciones en el mundo árabe.

Quitar la cruz del escudo del Real Madrid no es una cuestión de modas. Es un atentado contra la libertad religiosa, es un insulto para todos los cristianos que viven perseguidos en esos países y es un ejemplo de cómo el dinero puede hacer perder la identidad al club que presume de ser uno de los más grandes de todo el mundo