Con tribunas llenas y gran euforia popular, la noche del sábado marcó el comienzo de la temporada de Liga Nacional para Boca, actual subcampeón que buscará ser protagonista una vez más con el apoyo de su gente en La Bombonerita.
La dirigencia del equipo xeneize que viene de jugar la final ante Quimsa y que cerró una campaña más que destacada para sorpresa de muchos, redobló la apuesta para mantener un plantel competitivo y con aspiraciones en esta edición número 40 de la Liga Nacional de Básquet que se inició con un merecido triunfo ante Ferro ante un marco de público imponente en su reducto histórico.
El estadio «Luis Conde» se vistió de fiesta y el pueblo auriazul fue gran animador de la noche de básquet que tuvo aire futbolero del bueno con el entusiasmo que provoca en el hincha de Boca la inminente final de la Copa Libertadores, obsesión de todo «bostero» que se precie de tal.
Bienvenido sea para inyectar esa pasión desde las gradas en un partido de básquet de inicio de temporada que se vivió con clima de final por el aliento incesante de sus simpatizantes y hasta el duelo de hinchadas con el puñado de visitantes que aportaron lo suyo apoyando a Ferro desde su lugar. Un folklore de rivalidad bien entendida que -aunque por momentos se puso un poco áspero- demuestra que el interés del público por seguir al club de sus amores sigue siempre vivo más allá de una buena o una mala campaña.
Ver a Boca es disfrutar otra temporada del oficio de Marcos Mata, vigente a los 37 años, igual que «Coco» Mainoldi a los 38, la potencia de Raven Barber, esperar que repita Leonel Schattmann, expectativa por la llegada de José Vildoza, Sebastián Vega y José Defelippo, todo sumado a la apuesta por los jóvenes que siempre están para sorprender y sumar.
Pero los hinchas son una parte importante del espectáculo. Y Boca lo demostró con creces en un arranque de temporada que promete. Por derrame y por su propio mérito. En un club con ADN futbolero, el básquet ilusiona, convoca y crece.
Fotos: Prensa Boca
