El último escollo, antes de finalizar el dragado

Un último escollo se interpone con el final de una obra que es de las más esperadas en la última década. Debería comenzar una nueva era en el puerto de la ciudad.

La ecosonda de la Hang Jung 4011 transmitió en el visor una gran mancha que alteró la rutina a bordo de la draga de succión por arrastre que estaba completando la obra de dragado en el puerto de Mar del Plata.

La nave avanzaba sobre el canal principal a 9 metros de profundidad, en una zona próxima a la Escollera Sur y nadie se aventuraba a determinar qué era eso que estaba tapado entre los sedimentos. Bajaron los buzos de la tripulación y se encontraron con que el objeto era mucho más grande de lo imaginado. Había que cambiar de rumbo.

Los buzos de Canal y Canal que bajaron después confirmaron que se trata de partes de un equipo que perdió una draga que operó en Mar del Plata, en uno de los frecuentes intentos por recuperar la profundidad en la boca de acceso.

Si bien en un principio se pensó que los restos pertenecían a la draga portuguesa Acróbata, una vez que fueron retirando los sedimentos que cubrían el resto, tuvieron más precisiones. “Creemos que es una campana de una draga cortadora. Pesa entre 10 y 12 toneladas. Esta clavada en el canal”, precisó Claudio Cuevas, gerente de Servimagnus, una de las empresas que conforma la UTE que hace el trabajo.

“La perdieron pero no avisaron a las autoridades. Nadie sabía de la existencia de ese resto náufrago. Y no lo podemos dejar porque implica mucho riesgo; si lo hubiésemos chocado nosotros, nos hacía un desastre”, confió el representante comercial.

Una vez que la retiren –se descontaba que se realizaría en este fin de semana que pasó- a la obra de dragado le queda poco hilo en el carretel. “Repasaremos algunas zonas y luego dispondremos de un relevamiento general que se hará en conjunto con las autoridades de Vías Navegables, Actividades Portuarias de la Provincia y el Consorcio Portuario”, dijo Cuevas.

De acuerdo al pliego de bases y condiciones, el área comprendida entre el veril norte del canal secundario y el veril norte del canal principal a lo largo de la extensión de los mismos deberá ser dragada a –10,60 m al cero del SHN.

“Antes de comenzar los trabajos pensábamos que no dragaríamos más de un millón de metros cúbicos, pero ahora ni quiero preguntar cuántos terminarán siendo”, confesó el contratista. “Te puedo asegurar que han sido más de 1,2 millón de metros cúbicos”, amplió Cuevas, quien aseguró que en el último tramo debieron esforzarse por retirar los sedimentos que la deriva de litoral aportaba al canal.

Hay que recordar que si bien en la boca la profundidad del canal principal llegará a los 11,60 m, en el muelle de ultramar donde amarraran los portacontenedores la profundidad máxima será inferior a los 9,70 m.

El dato es clave porque marcará cuánto terminarán pagando la Nación y la Provincia por metro cúbico removido. El presupuesto oficial era de casi 108 millones de pesos. La mitad se abonó con el acta de inicio de obra. La otra parte, cuando concluye el dragado.

Si las autoridades aprueban los trabajos realizados, con esa certificación, se firma un Acta de Recepción. La UTE tiene un plazo de 15 días para presentarse en el Consorcio con la factura, emitida en pesos, para cobrar la deuda: otros 54 millones de pesos que deben saldarse en 30 días corridos.

Con el dragado concluido, una nueva etapa debería comenzar para la estación marítima. Por los costos que han tenido estos años de ostracismo se descuenta que se prestará mayor atención y así evitar que el castillo de arena vuelva a levantarse sobre la boca de acceso.
Fuente: Revista Puerto