Hartos de no ser escuchado en sus reclamos por el estado de las calles llenaron de barro la antesala del despacho del intendente. «Si nosotros vivimos así, que él experimente lo mismo», dijeron.
Esta mañana el municipio fue testigo de una inusual protesta. Un grupo de vecinos del barrio Nuevo Golf, que hace mucho vienen reclamando por el desastroso estado de las calles y la inopia del gobierno comunal, se apersonaron a las puertas del despacho principal de la comuna y llenaron pisos, puertas y paredes de varios kilos de lodo que convirtieron el lugar en un verdadero pisadero.
Los exaltados manifestantes gritaban que «ya es hora que este tipo, que ni siquiera nos recibe, viva en las mismas condiciones que nosotros lo hacemos».
En el medio del barrial el Sec. de Gobierno recibió a los vecinos
Ante el cariz que tomaba la protesta salió a dialogar el Secretario de Gobierno, el Dr. Alejandro Vicente, quien se ofreció para gestionar un encuentro con el jefe comunal. Es justo reconocer que, más allá de críticas puntuales a una gestión que no se caracteriza por los éxitos y a cierto tono fuera de lugar que suele utilizar en su trato con los vecinos, es el funcionario que siempre sale a dar la cara en los momentos complicados. Y eso vale…
«Que viva como nosotros», gritaban los manifestantes
Pero mientras se llevaba adelante la negociación llegó la orden de Carlos Arroyo de cerrar las puertas del Palacio, dejando sin la posibilidad de realizar trámite alguno a decenas de marplatenses que se encontraron con la novedad al llegar al lugar.
Otra demostración doble de ineficacia: ni se atiende a los barrios y ahora, como nueva moda, se resuelven los problemas escondiendo la cabeza bajo la tierra. ¿O el barro?.
