Elecciones en Mar del Plata: los escenarios posibles

Por Adrián FreijoLa campaña termina sin grandes cierres, con algunas convicciones y todavía unas pocas dudas. La apatía general obligó a los candidatos a salir a buscar el voto. ¿Alcanzará?.

Quedan pocas horas y, pese a que aún se esperan algunos actos de campaña, la sensación general es que el tiempo pre electoral ha llegado a su fin. La apatía general, que puede ser antesala de un rechazo explosivo de la sociedad a todo lo que tenga que ver con la dirigencia política si es que la situación económica degenera rápidamente, fue el marco en el que se desenvolvió este tiempo y obligó a los candidatos a ir a buscar el voto casa por casa, olvidando por una vez la posibilidad de convocar con cartelería, grandes actos o spots en los medios.

El final del camino encuentra a Mar del Plata con algunas certezas y otras tantas dudas: nadie duda del triunfo de la coalición gobernante, aunque queda saber cual será el margen de esa victoria. El sueño de llegar a los nueve concejales, y así construir una mayoría propia, depende de dos cuestiones que no están hoy claras en el escenario político.

La primera de ellas es que sería necesario que el flujo de votantes creciese mucho y que además mantuviese los porcentajes de elección por las mismas ofertas que lo hicieron en las PASO. Y si bien se supone que esta vez irá más gente a votar, aquella apatía de la que hablábamos puede conspirar contra la posibilidad de que el número sea determinante.

En segundo término la chance de coronar el noveno edil dependerá de la posibilidad de que una tercera fuerza pueda terciar en la contienda y llegar al anhelado piso de los 8,33% que se necesita para lograr una banca. ¿Es ello posible?…veamos.

Si se mantiene el escenario de extrema polarización que se observa en el resto de la provincia es difícil que ello ocurra. Pero de una primera observación del panorama puede concluirse que la grieta, al menos en su expresión más furiosa, comienza a ceder en manos de la indiferencia. Hoy son más los que se muestran hartos de una política que no le sirve a la gente que los que se dejan llevar por la antinomia y hacen de este proceso electoral una verdadera guerra.

Ocurre que mientras estos últimos son ruidosos y militantes de la pelea, aquellos se mantienen en silencio y prefieren mirar para otro lado, convencidos de que ni unos ni otros podrán resolver rápidamente los muchos problemas que a los argentinos se nos están viniendo encima.

Cuatro fuerzas pugnan hoy por romper la antinomia y llegar al podio: Crear Juntos, que sigue formándose con pequeños grupos dirigentes que saltan de un espacio a otro sin llegar a conformar una idea sólida, eligió sobreactuar su enfrentamiento con el gobierno local tal vez creyendo que la gente se olvida que hasta ayer nomás formaba parte del mismo, el Frente de Izquierda que busca auparse en un crecimiento más que notorio en todo el país al que la opción local parece haberse subido con alguna demora, y Acción Marplatense que de las tres opciones parece la más cercana a conseguir el objetivo.

Resueltos algunos problemas que invisibilizaron su boleta en las PASO, el partido que gobernó Mar del Plata por dos períodos salió a recorrer los barrios, tocar timbres y repartir en mano miles de boletas para evitar que vuelva a ocurrirle lo mismo este domingo. Pulti volvió a un estilo parecido al de sus inicios y retornó al contacto directo con los vecinos para recibir las inquietudes, las dudas y hasta los reproches que la gente quisiese hacerle. Cualquiera sea el resultado del esfuerzo es seguro que deja una base que, sumada a la experiencia de gobierno y a la presencia de su partido en el Concejo, deja una buena base de cara a lo que viene.

Por último los libertarios de Avanza Libertad, que tras las PASO estallaron en mil pedazos, y que dependerán exclusivamente del arrastre que la candidatura de José Luis Espert pueda tener en General Pueyrredón. Eso si, arrancan con ventaja porque son los que más cerca del objetivo quedaron tras las primarias.

Para el Frente de Todos en el cuarto oscuro se juega mucho más que  una derrota segura. Quienes vienen siendo las caras visibles de espacio desde hace años ya no tienen margen para renovar el crédito si, una vez más, la curva descendente se sigue acentuando.

Ni Fernanda Raverta ni sus personeros en el Concejo podrán de aquí en más hacer las cosas a su antojo para terminar siempre llorando sobre la leche derramada; otra derrota, de la magnitud que se espera, ya no podrá ser disimulada y se abrirá un escenario interno de confrontación que replicará lo que seguramente va a ocurrir a nivel provincial y nacional.

Mientras unos piensan en consolidarse y otros en abrirse paso en el escenario del poder, el kirchnerismo observa las legislativas con ojos de interna y no de elección general. Sabe que va a perder, teme que la diferencia sea catastrófica y sus principales espadas comienzan a sospechar que su poder entra en el ocaso inevitable.

Lo peor es que para corregir el rumbo de cara a 2023 haría falta una mirada con menos soberbia, despejada de ideologismo y de comprensión acerca de lo que la sociedad marplatense avisa en cada elección. Nada de ello es posible para quienes miran la política en clave de confrontación y de poder…

Faltan horas y, si bien pareciera que la suerte está echada, hay cuestiones que serán determinantes para el futuro de la política local y que solo saldrán a la luz cuando al final de la jornada comicial se sepan los resultados y se pase el peine fino.

Y vaya si falta poco para ello…