La situación generada en torno al EMHSA es ciertamente desesperante. Más allá de los negocios y las «avivadas» hay vidas humanas en riesgo que no pueden esperar.
En la guardia del HIGA hay internados 38 pacientes, afiliados del PAMI son trasladados a Buenos Aires y las demásobras sociales hacen lo que pueden a la hora de reubicar a sus asociados, dentro de un panorama de extrema debilidad en cuanto a la disponibilidad de camas en la ciudad.
Hay 70 pacientes en diálisis y algunos de los profesionales médicos, lamentablemente una minoría, quedaron en sus puestos de trabajo asistiéndo con los elementos que cuentan para paliar la situación.
El lunes el Intendente Gustavo Pulti se reunirá en la CABA con el juez de la quiebra y todas las esperanzas de los trabajadores, pacientes y familiares están puestas en una rápida solución que permita que los nuevos propietarios, el sindicato que representa a los gastronómicos, pueda hacerse cargo del sanatorio.
Pero el tiempo se agota y el valor en juego es demasiado importante como para no actuar con la decisión y humanidad que está siendo menester.