En el Club Náutico el velamen electoral se infla en aguas agitadas

La siempre bucólica tranquilidad del Club Náutico de Mar del Plata parece sacudirse frente al proceso electoral que concluirá con el cambio de autoridades. Dos listas compiten por la conducción.

Roberto Molina, socio del club y periodista de larga trayectoria en la ciudad, lo explica de esta manera:

«En el Club Náutico Mar del Plata se realizará el próximo sábado la asamblea general ordinaria, en cuyo transcurso se procederá a la renovación parcial de autoridades. La contadora Susana Salerno concluirá su segundo mandato y se alejará del cargo con un bagaje de importantes logros, algunos de los cuales tuvieron una trascendencia histórica para la institución, como lo fue el hecho de lograr el mantenimiento de las tierras originarias del club, cuando se cernía la amenaza de que la entidad quedara reducida a una mínima expresión.

“Después de esto, no hay nada más”, afirman hoy muchos socios del club, en referencia a que se trató de la gestión más importante que se ha logrado para permitir la continuidad del crecimiento institucional. No viene al caso señalar ahora diversos aspectos de la gestión de la contadora Salerno, teniendo en cuenta que una muy amplia mayoría de socios del club expresan su conformidad con la situación actual de la entidad y los diversos servicios que brinda.

Pero frente al hecho del recambio presidencial, comienzan a agitarse las aguas y aparecen propuestas – impulsadas por un grupo minúsculo – que no responden a los principios tradicionales del club. El Club Náutico Mar del Plata se ha caracterizado por ser una institución netamente familiar, que apunta a la inclusión y que siempre ha nucleado a familias reconocidas de la ciudad. El CNMP se ha convertido en una marca registrada en la ciudad y ello ha trascendido a nivel nacional e internacional.

Y justamente esa marca registrada es lo que pretenden explotar quienes hoy aparecen con ideas descabelladas, que no responden a la realidad de la institución. Hoy hay dos interrogantes en las mentes de los socios, que son:

1 – ¿Queremos un club tercerizado, donde tengamos que pagar cada una de las actividades que nos proponemos desarrollar, como tenis, remo, gimnasia, náutica, hockey y muchas otras disciplinas? ¿Queremos un club convertido en una empresa netamente comercial?

2 – ¿Queremos un club manejado por un empresario de hoteles alojamiento, con lo cual se vendría abajo la imagen prestigiosa y familiar ganada por nuestra institución a través de 90 años de existencia?

El fin de semana último registró jornadas de intensa campaña proselitista. Por un lado, los integrantes de la lista oficialista, que encabeza el doctor Eduardo Ramirez Lijo, hablando con los socios y proponiéndoles la continuidad del crecimiento y una mayor participación, integrando subcomisiones. También anticiparon que comenzará un ciclo de importantes innovaciones, propias de una institución de avanzada.

Por el otro lado, el grupo de la oposición proponiendo “un cambio rotundo hacia la pacificación, tolerancia y respeto” (¡?). En honor a la verdad, ha sido ese grupo quien protagonizó acciones de intolerancia y falta de respeto, que no contribuyeron a la pacificación, al punto que uno de sus miembros debió ser exonerado del club y sus seguidores son quienes ahora hablan de pacificación… No es conveniente recordar el episodio donde el exonerado intento ingresar al club y no por la entrada principal…

Lo cierto es que en el CNMP existe, en la gran mayoría de los socios, una especie de anticuerpo latente, que sale a la luz cada vez que aparecen propuestas que no se ajustan a la línea tradicional que desde su nacimiento el club ha mantenido inalterable. Las propuestas descabelladas – aunque las presenten como renovadoras – han sido siempre rechazadas por los socios. Sin ninguna duda, el próximo lunes esto pasará a ser una anécdota risueña…».