En el Maratón de Mar del Plata el que no corre…vuela

Solo quejas recogió el Maratón de Mar del Plata por su mala organización.El negocio de darle la organización a un grupo de amigos terminó, como siempre, pagándolo Mar del Plata.

Hay algo que Guillermo Volponi, titular del EMTUR, ha logrado demostrar acabadamente desde el inicio de su gestión: es un funcionario ineficiente, caprichoso  e incapaz que solo sabe acomodar amigos en altos cargos y derivar negocios hacia capitales privados de sus conocidos.

Lo ocurrido con el Maratón de Mar del Plata supera sin embargo todo lo imaginable. En un momento en que la actididad crece en el país y en el mundo y en el que cada vez son más las personas que disfrutan de correr en comunidad -con criterio competitivo o sin él- la empresa que conduce el ex Puma Agustín Pichot, en sociedad con el titular del EMDER, logró el «milagro» de que en esta edición participaran dos mil personas menos que en la del año pasado.

Lo que no hubiese sido tan grave si los que concurrieron se hubiesen sentido cuidados y respetados por los organizadores. Sin embargo se encontraron con solo dos puestos de hidratación en 10 km., la ausencia de baños químicos y la falta del habitual reparto de frutas. 

Un abandono total en la distancia más concurrida y en la que además participan los atletas de mayor edad. Una clara demostración de como se aumenta ganancias arriesgando el cuero ajeno.

En las anteriores ediciones trabajaron 700 voluntarios en esos puestos, atendiendo y alentando a los competidores a lo largo de todo el recorrido. Este año la acotada presencia de los mismos y la falta de infraestructura terminaron dando una triste imagen de lo que en manos del estado había sido una fiesta con historia y tradición en la ciudad.

Para este año los organizadores habían prometido 600 voluntarios, 11 puestos de hidratación de agua, 6 puestos de hidratación de bebidas isotónicas, 6 puestos de fruta, 50 baños químicos entre los elementos de apoyo de la jornada. No son pocos los participantes que afirman que nada de ello se cumplió.

Sería bueno que desde el EMDER se publicitara la cifra verdadera y la ubicación de cada uno de esos puestos prometidos. Con lujo de detalle…

Para evitar suspicacias que nunca son buenas. ¿Se entiende?