Estados Unidos: El Partido Demócrata perdió votos de protestantes y judíos

Cómo influyeron las confesiones religiosas en las recientes elecciones que dejaron a Obama sin el control legislativo para los próximos dos años.

Durante las elecciones intermedias celebradas a principios de este mes de noviembre en Estados Unidos, el Partido Republicano ha resultado ganador, alargando su mayoría en la Casa de Representantes de ese país.

Y buena parte del triunfo republicano, que deja al presidente Barack Obama sin control legislativo los próximos dos años, se debe a cómo votaron en estas elecciones los miembros de confesiones religiosas que, tradicionalmente, no votaban a los republicanos y sí a los demócratas, incluida la creciente mayoría católica de origen hispano.

De acuerdo con las encuestas de salida de las casillas electorales en todo el territorio estadounidense, cuyos datos ha compilado y difundido la cadena televisiva ABC News, los movimientos más significativos se dieron entre los votantes que no asisten con regularidad a los servicios religiosos, que se han convertido en un factor a considerar en las próximas elecciones general de 2016.

Por lo pronto, en las elecciones intermedias de 2006, 2010 y 2014, el porcentaje de protestantes y otras religiones cristianas que votaron por el Partido Demócrata (PD) bajó de 44 por ciento en 2006 a 38 por ciento en 2010 y a 37 por ciento en 2014, mientras que en ese mismo período el Partido Republicano (PR) subió de 54 a 59 y a 61 por ciento de los votos emitidos en las urnas el 4 de noviembre pasado.

Por lo que respecta a los católicos, los cambios no fueron tan significativos, entre 2010 y 2014, pero sí lo fueron entre 2006 y 2010. En efecto, de 50 por ciento que votaron por los demócratas en 2006, pasaron a 44 por ciento en 2010 y a 45 por ciento en 2014. En cambio por los republicanos, en los mismos períodos electorales pasaron de 44 a 54 por ciento.

Quizá sea entre los judíos donde mayormente se ha visto caer la votación demócrata pues de 87 por ciento de judíos que votaron por el PD en 2006, pasó a 66 por ciento en 2014, mientras que por el PR votó 12 por ciento de los judíos en 2006 contra 33 por ciento que ya lo hizo así en 2014.

Lo cierto es que el presidente Barack Obama tendrá que enfrentar dos años muy complicados en términos legislativos y en el camino de volver a obtener para el PD los votos de los militantes de grandes confesiones religiosas, cuyo peso en la política estadounidense es indudable.

Por lo pronto, como primera declaración tras las pasadas elecciones, Obama anunció una reforma migratoria muy amplia que se llevaría a cabo por decisión ejecutiva del propio Presidente sin pasar por las Cámaras. La intención política sería ganar el voto demócrata de la creciente comunidad hispana católica en Estados Unidos, decisión que podría beneficiar a más de once millones de hispanos sin papeles que viven y laboran en la Unión Americana.