Evo se hizo el vivo y Francisco lo puso en su lugar

Le tuvo paciencia cuando lo llevó a 4.ooo nts. de altura sabiendo que sólo le funciona un pulmón; pero cuando le regaló un crucifijo montado sobre una hoz y un martillo le dijo: «No está bien eso».

El papa no dejó de sonreír luego de advertir que no aprobaba el particular obsequio del presidente Morales. El intercambio de regalos prosiguió normalmente luego del tenso momento.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, obsequió al papa Francisco un peculiar crucifijo tallado en madera sobre la hoz y el martillo, símbolo del comunismo. Fue durante una reunión que ambos sostuvieron este miércoles por la noche en la Casa de Gobierno y que fue transmitida por TV.

La talla contenía la imagen de un Cristo crucificado en el mango del martillo, según mostraron imágenes de la televisión estatal. Se trata de una reproducción de un crucifijo que hizo el sacerdote jesuita español Luis Espinal, asesinado en 1980 por paramilitares por su compromiso con las luchas sociales en Bolivia, y a quien Francisco dedicó hoy un homenaje cerca del lugar donde hallaron su cadáver

Morales se define como socialista y representa una corriente regional conocida como “Socialismo del siglo XXI”, que también profesan los gobiernos de Venezuela y Ecuador. Junto a ese obsequio, el mandatario boliviano entregó también al pontífice un ejemplar del Libro del Mar, editado por el gobierno de Bolivia, que contiene un resumen histórico de la centenaria demanda del país andino contra Chile, que se dilucida en la Corte Internacional de La Haya.

Ya Morales había hecho alusión al tema marítimo en su discurso de bienvenida al papa en el aeropuerto de la ciudad de El Alto, ocasión en la que asimismo le obsequió una ’chuspa’, una pequeña bolsa de tejido andino. En el encuentro en la Casa de Gobierno, Morales también entregó al papa Francisco el Cóndor de los Andes, la condecoración máxima del país.

En retribución, el obispo de Roma obsequió a Morales una reproducción del mosaico Salus Populi Romani, una imagen de la virgen con el niño en brazos, que desde 1611 ocupa la magnífica capilla Paulina de la Basílica papal de Santa María la Mayor.