Una vez más cambió su historia. Ahora dice que compró el campo pero no para Báez y que llevó las valijas con dinero. Ya resulta imposible saber cuando declara en serio y cuando hace ficción.
Leonardo Fariña se presentó otra vez ante el juez Sebastián Casanello para intentar desligar a Lázaro Báez de la compra de una campo en Mendoza. El valijero insistió ahora con que el verdadero dueño de la propiedad era el empresario Carlos Molinari. Y aseguró que la operación, por cinco millones de dólares en efectivo, se hizo en una financiera porteña, a donde llegó con un bolso y una valija repletos de billetes. En un escrito de más de cuarenta carillas, al que accedió Clarín, Fariña dio detalles de aquella operación y pidió la nulidad de la escritura, realizada por el escribano Martín Rosta.
Fariña ya declaró dos veces sobre el campo de Mendoza. La primera vez fue en indagatoria, en 2013, y dijo que compró en comisión para Lázaro Baez. En marzo pasado, horas antes de la declaración del empresario patagónico, hizo un giro abrupto e involucró a Molinari, que pagó su casamiento con la modelo Karina Jelinek y está procesado por lavado de dinero.
En la nueva presentación, Fariña insistió con esa versión y contó más detalles, que ahora el juez deberá analizar si son verdaderos. Según el valijero, le presentó la operación inmobiliaria a Molinari en un restorán de Puerto Madero y poco días después se llegó a un acuerdo. “El dinero me fue entregado un día antes en tres etapas, la primera Molinari la repatrió en el banco Merrill Lynch, la segunda la fuimos a retirar en una propiedad de la avenida San Martín (en Provincia) y la tercera estaba en su oficina de Avenida del Libertador”, detalló el valijero.
La operación se habría concretado el 16 de diciembre de 2010. Según el relato de Fariña, durmió en el hotel Faena con todo el dinero y llegó a la financiera Maxinta, en el Microcentro, a bordo de su Audi TT. Lo esperaban dos personas en la puerta que tomaron el dinero. Dentro del lugar, se contaron los billetes y se firmaron los papeles. A partir de ese día se sucedieron una serie de reuniones para intentar vender el campo, de 3.400 hectáreas, en las que habría participado Fabián Rossi, entre otras personas.
Finalmente, siempre siguiendo el relato de Fariña, Molinari le habría ofrecido el campo a Mario Ishii, con quien compartió la fórmula para la gobernación en 2011. El empresario ya negó haber sido el dueño del campo. Lo mismo hizo Báez.
La presentación de Fariña -procesado y enviado a juicio oral en la causa de evasión- apunta a despegar al empresario K y pide declarar la nulidad de la escritura, que hasta ahora se dijo que se había realizado en Mendoza. El campo finalmente lo compró el empresario Roberto Erusalimsky en U$S 1.800.000, es decir un 64% más barato. Para la Justicia, la operación todavía es un enigma.