Francisco:un Vaticano de puertas abiertas

Resolvió abrir la residencia de Castel Gandolfo donde se producen los alimentos para consumo del pontífice y su personal.

El Vaticano planea abrir al público la granja este año, tras el éxito que tuvieron desde marzo las visitas guiadas a los jardines, fuentes y tesoros arqueológicos circundantes en el predio, situado 25 kilómetros al sur de Roma.

Durante años, Castel Gandolfo y sus jardines fueron la residencia estival de los pontífices. Se trata de un edificio del siglo XVII, creado por el arquitecto Carlo Maderno para el Papa Urbano VIII.

Desde el Tratado de Letrán, entre el gobierno italiano y el Vaticano, el complejo tiene derechos de extraterritorialidad. Este año, el Papa Francisco decidió no pasar el verano en este lugar, sobre una colina con vistas al lago Albano, sino permanecer en la Ciudad del Vaticano, y pidió que los jardines de Castel Gandolfo se abrieran al público.

Francisco ya había abierto al público los jardines de Castel Gandolfo

Francisco ya había abierto al público los jardines de Castel Gandolfo

Recorriendo la avenida de las Ninfeas, pasando bajo árboles seculares y junto a perfectos jardines a la italiana, se llega a un lugar “encantado” donde el tiempo parece haberse detenido en los años 20, la Granja de las Villas Pontificias.

El lugar es tan bello y perfecto que casi parece no estar en funcionamiento: y sin embargo, es precisamente desde aquí de donde llegan numerosos productos directamente a la mesa de la Casa de Santa Marta, donde reside Jorge Bergoglio, en el Vaticano.

Pronto, el público podrá ver a las gallinas camperas que viven en un gallinero decorado con cerámica mayólica, los avestruces, pavos, conejos y 80 vacas que alimentan a Francisco y sus colaboradores.

El papa Pío XI construyó la granja entre 1929 y 1934, y las instalaciones aún funcionan siguiendo métodos de la época. En total, ocupa unas 20 hectáreas de un terreno que se divide entre áreas cultivadas, jardines de cítricos, un olivar, viñedos y espacios para la crianza de animales.

“Esperamos la orden de Santa Marta”, señaló Osvaldo Gianoli, que gestiona la villa. “Procedemos de acuerdo a esa orden y armamos una cesta especial para el Santo Padre que llega a su mesa y a su cocina”. No es una granja orgánica, pero funciona con fertilizantes naturales. Los químicos sintéticos se utilizan sólo cuando es estrictamente necesario, explicó.

“Pronto la Granja empezará a formar parte del recorrido de visita de las Villas, abriendo así las puertas a los visitantes que podrán ver y conocer el lugar donde se producen el aceite, el vino, la leche y muchos otros productos de nuestro Papa”, agregó Gianoli.

Ocho personas atienden ahora a los animales y los cultivos, donde crecen papas, calabazas, tomates y otros productos. Uno de los empleados, Emilio Scarsella, lleva allí 33 años y ha trabajado para cuatro papas. “Para ellos hice leche, yogur, mozzarella, manteca, queso fresco”, contó Scarsella, mientras trabajaba en un bloque de queso.

El complejo de Castel Gandolfo tiene tres villas, incluyendo Villa Barberini, cuyos jardines se construyeron sobre la residencia del emperador romano Domiciano. En total, se extiende en 55 hectáreas, significativamente más grande que el propio Vaticano, que ocupa 44 hectáreas en Roma.

Fuente: agencias