¡¡¡Gracias Alfaro!!!: el técnico que reivindicó a todos los bosteros

RedacciónGustavo Alfaro se acercó al DT brasilero para anunciarle que será el próximo campeón del mundo. ¿Su país de origen y el que hoy le paga para lograr ese objetivo?…bien, gracias.

 

Los hinchas de Boca lo tuvimos siempre como un charlatán que no entendió la historia xeneixe y tampoco le importaba: para él solo valía la venta de una imagen de pensador –que los demás percibíamos como la del clásico charlatán porteño– que convenciese a propios y extraños de su capacidad para entender y enderezar cualquier proceso.

Melindroso y sin talento alguno a la hora de plantear un partido, no supo jamás echar mano a otra alternativa que no fuese plantear una estrategia mezquina y defensiva que sirviese para alargar agonías y acumular derrotas que, en su mentalidad hecha a clubes necesitados de salvar la categoría, se limitaba a sobrevivir, morir con algún grado de dignidad y luego sentarse ante la prensa para balbucear justificaciones que alcanzaran para lo que era su único objetivo: poner en otros la responsabilidad de su necedad estratégica.

Los hinchas de Boca nunca lo soportamos. Ni siquiera aquellos que ante de su llegada pensábamos que ese técnico serio y prolijo podía terminar con un convulsionado tiempo en el que los escándalos fueron invariablemente más protagonistas que los logros, pudimos evitar darnos cuenta, en su primera conferencia de prensa, que aquel hombre atildado y de lenguaje cuidado no era otra cosa que un chanta, uno más, de los muchos que atracaron en la ribera para masticar  algo de ese inagotable prestigio que da la marca Boja Juniors.

Se fue entre parloteos y hoy otro parloteo terminó por ponerlo en evidencia. «Acuérdese lo que le digo, pelee contra eso: usted va a terminar siendo campeón del mundo» le dijo Gustavo Alfaro al técnico brasileño Tité al finalizar el partido que el «scratch» jugó contra el Ecuador que hoy dirige el verborrágico argentino.

Tiraba bajo las vías de tren los sueños de quien hoy le pagan su abultado salario, Ecuador, y los de su país natal cuya selección alguna vez insinuó querer dirigir.

«A mí el hecho de haber dirigido a Boca Juniors en 2019, me dio la posibilidad de tener un escenario muy cercano a todo esto», señaló el DT sin saber que sus pronósticos lanzados al oído del brasilero habían sido tomados por las cámaras: ¿se referiría entonces a lo que parece ser su costumbre de dirigir equipos pensando que el éxito va a ser de los otros?.

Los hinchas de Boca repetimos constantemente que Gustavo Alfaro no estaba a la altura de un equipo como el multicampeón nacional e internacional del que somos hinchas y que es admirado y respetado a lo largo y a lo ancho del mundo entero. «Es un técnico de equipo chico y acá lo demostró» repetimos casi como una convicción incorporada a nuestra historia.

Hoy, mandando a sus dirigidos al rincón de los trastos inservibles y halagando el potencial de sus rivales, nos demostró que no estábamos equivocados.

Alfaro fue un error lamentable en una historia que su mediocridad pudo manchar pero que pese a él sigue intacta. Ojalá pueda seguir disfrutando y justificando con inagotables peroratas sus constantes fracasos de técnico diminuto y charlatán.

Pero ahorra, al menos, nos reivindicó a todos: era el chanta que percibimos desde el primer día.