Por Adrián Freijo – Nuestra ciudad iba en camino a convertirse en polo informático regional y la actitud retrógrada del intendente la pone ahora en el riesgo de ver caer el fruto del esfuerzo privado.
El mundo se encamina hacia la cuarta revolución industrial, caracterizada por los avances en la robótica, la genética, la inteligencia artificial, la nanotecnología, las impresiones 3D y la biotecnología.
Las sociedades que así lo entiendan serán las que marquen el paso en el futuro y no hace mucho la nuestra había iniciado firmemente el camino para convertir a Mar del Plata en una ciudad de punta en la materia.
Había que entender al mundo y obrar en consecuencia. Y en eso estábamos hasta que Carlos Fernando Arroyo aplicó sus antiquísimos conceptos acerca de la realidad y resolvió que mirar atrás era mucho más importante que avanzar en la dirección elegida.
Hoy las empresas necesitan cubrir puestos claves como ingenieros de software y analistas de sistema. Pero de las 7.800 plazas disponibles en el último año, el 65% quedaron vacantes, según la última encuesta del Observatorio Permanente Software y Servicios Informáticos (OPSSI) de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI).
La industria del software volvió a generar empleo, incorporando a 2.800 nuevos profesionales y dejando una demanda insatisfecha de más de 5.000 posiciones, que hubieran permitido alcanzar los 7.800 puestos que el sector proyectó para 2016. Desde entonces el problema se ha ido agravando hasta el punto de convertir la actualidad del mercado en una verdadera guerra entre empresas para quedarse con el material humano de sus competidoras.
El presidente de Accenture Argentina Sergio Kaufman, a poco de desembarcar en Mar del Plata, sostiene que «esta empresa es una multinacional que se dedica al desarrollo de software y a partir del trabajo en equipo fue creciendo cada vez más hasta llegar a exportar el 80% de lo que produce».
«Una vez que establecés un nodo de conocimiento para el mundo te empiezan a pedir gente», explicó Kaufman. «Pasó en Rosario y va a pasar acá».
En Argentina Accenture cuenta hoy con 9.200 profesionales, y tiene 870 posiciones abiertas para cubrir inmediatamente.
Accenture Limited es una empresa multinacional dedicada a la prestación de servicios de consultoría, servicios tecnológicos y de outsourcing. La revista Fortune la incluyó en su lista de las 500 mayores empresas en nivel de ingresos. Además cuenta con más de 469.000 empleados en 120 países.
Un poderío suficiente para convertirla en un gigante de los servicios informáticos pero también para desequilibrar y hasta destruir cualquier mercado que no cuente con la materia gris suficiente para generar condiciones igualitarias de competencia.
No se trata por cierto de impedir la radicación de este tipo de empresas en la ciudad. Por el contrario, bienvenido sea todo aquel que se dispone a invertir en Mar del Plata y generar puestos de trabajo. Se trata de lamentar que lo que hoy podría ser un mercado autosuficiente corra el riesgo de convertirse en un sangriento campo de batalla en demanda de profesionales capacitados que, como en el resto del mundo, no llegan a cubrir las necesidades del mismo.
Algo que pudo evitarse.
-Lo que pudo ser y no fue-
Las cuatro líneas de trabajo llamadas por Accenture Workforces en todo el mundo, dan atención a los clientes en las áreas de consultoría, tecnología y subcontratación, así como a la propia empresa.
Consulting: Enfoque en consultoría de gestión, el trabajo de diseño del proceso de producción y la aplicación de tecnologías a los negocios. Mejora de ventas, entrega y liderazgo.
Operation: La mayoría se centran en los compromisos de subcontratación en las áreas de operaciones de negocios, informática, desarrollo y mantenimiento de aplicaciones, servicios de soporte técnico y recursos humanos. En el marco de algunos acuerdos de subcontratación, los equipos de los clientes internos pueden ser «rebautizado» como los empleados de Accenture alineados a esta fuerza de trabajo. A veces trabajan en proyectos de consultoría o como equipos internos de la empresa.
Digital y Technology: Accenture Technology Solutions es la filial que se centra en las habilidades tecnológicas específicas que se necesitan para ejecutar proyectos o acuerdos de subcontratación. Comprende la mayoría de los empleados de Accenture en las sedes de la compañía situadas en los países en vías de desarrollo como Brasil, México, India y Filipinas.
Strategy: Enfoque en el diseño del plan de acción y apoyo a todas las actividades en negocios de Accenture, incluida la seguridad jurídica, de servicios, mercadotecnia y gestión financiera del cliente. Especial énfasis en proyectos de crecimiento, transformación digital, y estrategia corporativa.
Para cada una de estas etapas es obvio que el capital humano ocupa el lugar central. Y nuestra ciudad debió ser un faro luminoso en la formación de profesionales si no fuese por la absurda decisión del jefe comunal de interrumpir el proceso de instalación del Polo Tecnológico iniciado durante la gestión de Gustavo Pulti y para lo que se contaba con un crédito a fondo perdido (sin devolución) por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mediante el Préstamo de Cooperación Técnica No Reembolsable Nº ATN/OC-13538-AR.
De haberse llevado a cabo el proyecto la oferta de profesionales sería seguramente un reaseguro frente a la complicación que hoy representa para las empresas del sector la salvaje lucha por la captación de los mismos en un mercado en el que la oferta dista mucho de llegar a completar la creciente demanda.
Algo que con la llegada de Accenture Argentina amenaza con generar un cuello de botella que podría poner en riesgo la continuidad de muchas de ellas.
– Conclusiones-
La programación forma parte de la nueva alfabetización, permite capacitar a los jóvenes en las habilidades necesarias para el siglo XXI. Aprender programación tiene múltiples beneficios: desarrolla habilidades para la solución de problemas lógicos, estimula la creatividad y el pensamiento crítico; otorga herramientas que permiten adaptarse mejor al estilo de vida actual en un mundo que depende cada vez más de la tecnología; brinda mayores oportunidades de empleo, entre muchas otros” indica Jorge Cella, director de tecnología y filantropía de Microsoft Argentina.
La programación dejó de ser un gueto tecnológico para convertirse en la base esencial para inculcar los conocimientos digitales en los jóvenes. Para los miembros de la Generación Z, considerados los primeros nativos digitales, las ciencias de la computación promueven habilidades distintivas que los preparan para ocupar puestos de trabajos que todavía ni siquiera existen y les aportan conocimientos para iluminar a las viejas generaciones para que puedan emprender y progresar.
Mar del Plata pudo ponerse a la cabeza de las ciudades argentinas -y en franca competencia con sus pares de América Latina- para ser incubadora de profesionales que hoy son los más buiscados en el mundo entero.
La falta de visión, la concepción retrógrada y mediocre y la obstinación de su intendente la mandaron veinte casilleros atrás y convirtieron en un problema interno insoluble lo que pudo ser una apertura global que marcara el futuro mismo de nuestra región.
Un verdadero crimen cultural cuyas consecuencias se sentirán por varias generaciones y que vuelve a poner en el tapete la necesidad de revisar el alcance de las responsabilidades personales de los gobernantes.
Porque afectar con decisiones de este tipo a toda una sociedad no debería ser algo que caducara por el mero transcurso del tiempo. Alguna vez estas arbitrariedades -fundadas en el hecho de cercenar lo iniciado por un antecesor al que pretende descalificarse- deberán tener un costo personal para el causante.
Por ahora…solo Mar del Plata será quien pague con su propio futuro.
