El presidente Santos, hizo un llamamiento a los países de América Latina para que se impliquen en la crisis fronteriza desatada por Venezuela: “¿Dónde está la región?”, cuestionó.
Durante una alocución al país, en el que, salvando las distancias, ha comparado la demolición de casas de colombianos en el lado venezolano con los guetos nazis: “Cuando se conoció esta infamia, la pregunta fue: ¿Dónde estaba el mundo cuando ocurrió todo esto?”.
El mandatario colombiano lamentó la decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), el organismo en el que están representados todos los países de América salvo Cuba, de rechazar una reunión de cancilleres para abordar la crisis fronteriza entre ambos países. “Pudieron más la ideología y los intereses monetarios que las razones humanitarias”, afirmó el presidente Juan Manuel Santos.
Colombia, con 17 votos a favor, se quedó a uno de lograr la convocatoria del encuentro. La abstención de Panamá, que se había mostrado en un principio favorable a la reunión, fue clave, pero también las de otros países con más peso en la región, como Argentina o Brasil.
“Para la OEA, y para el continente, esta era una oportunidad para hacer valer los derechos de los migrantes”, criticó Santos, quien ha ido elevando de tono su discurso a medida que la situación en la frontera se iba complicando. Pese a que las deportaciones por parte de las autoridades venezolanas frenaron hace días, y se contabilizan en torno a un millar, más de 10.000 colombianos han abandonado el país vecino por miedo a represalias y ante la situación que viven al otro lado de la frontera. “Dos países hermanos no pueden entrar en esa dinámica de persecución al migrante, no pueden transitar ese camino de xenofobia y de odio que sufren otras regiones del mundo”:
Además de pedir el encuentro frustrado en la OEA, Santos abogó por una reunión extraordinaria de cancilleres de Unasur. Pese a que estaba prevista para este miércoles, al encontrarse la ministra de Exteriores venezolana, Delcy Rodríguez, de gira por Asia junto al presidente, Nicolás Maduro, el encuentro había sido aplazado hasta la próxima semana. “Pedimos una reunión de urgencia que nunca se dio y, por lo tanto, desistimos de esa reunión”, anunció Santos.
El mandatario colombiano avanzó también una ofensiva diplomática que llevará a Colombia ante la ONU –la canciller, María Ángela Holguín se reunirá la próxima semana con el secretario general, Ban Ki-moon-; ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y ante la Corte Penal Internacional, donde, según explicó Santos, acudirá el fiscal general: “Considera que hay bases para probar que se ha configurado un posible ataque generalizado y sistemático contra la población civil colombiana”.
Pese a las provocaciones de Maduro, Santos ha tratado de evitar la confrontación directa con el presidente venezolano. No obstante, en el mensaje al país de este martes, el presidente colombiano calificó de “absurdas y fuera de la realidad” las acusaciones que llegan desde Venezuela: “¡Quién puede culpar a una pobre anciana deportada de la tremenda escasez de productos básicos que sufre el pueblo venezolano! ¡Quién puede considerar que desde Bogotá, con la anuencia y la vista gorda de mi Gobierno, se planee atentar contra la vida del presidente Maduro!”, clamó el mandatario colombiano.