(Escribe Rosendo Fraga) – La oposición se uniría en las PASO porque si el oficialismo llega al 40% con 10 puntos de ventaja gana en primera vuelta.
Mientras en la Casa Rosada sigue predominando la idea de que un gobierno de Macri da más posibilidades a Cristina de retornar en 2019 que uno de Scioli -quien inevitablemente iría por su reelección-, la mayoría de los gobernadores del PJ se inclinan por cerrar filas detrás del gobernador de Buenos Aires -como lo mostraron en Mendoza- y buscar el triunfo si llega al 40% y ningún candidato opositor alcanza el 30%. Ello es consecuencia del particular sistema de elección presidencial que tiene Argentina para la segunda vuelta desde la reforma constitucional de 1994. El acto del PJ bonaerense realizado el sábado 16, al que asistieron Scioli y dos precandidatos del Kirchnerismo (Rossi y Uribarri) pero no otros dos (Randazzo y Domínguez) ni La Cámpora, pone de manifiesto la existencia de diferentes percepciones. En el oficialismo hay conciencia de que en segunda vuelta el voto opositor puede reunificarse y obtener la victoria. A medida que fue ganando espacio esta estrategia en los gobernadores e intendentes del PJ -aunque no dentro del Kirchnerismo-, en la oposición ha ido creciendo la idea de que se hace necesaria la unidad ya desde las PASO, para impedir un triunfo del gobierno en la primera vuelta.
Esto llevó en los últimos días a que avanzaran las conversaciones entre Macri por un lado y el sector del FA-UNEN -que representan Sanz y Carrió- por el otro, para competir en las PASO creando un espacio común. La idea era que la fórmula que encabece el Jefe de Gobierno porteño compita con otra que integren Carrió y Sanz, aunque no estaba acordado cuál de ellos irá en primer lugar. Si bien la UCR tiene muy pocas posibilidades de ganar la primaria presidencial, en aproximadamente la mitad de las provincias los candidatos a gobernador del Radicalismo tiene posibilidades de imponerse a los del PRO. El problema que hizo fracasar este acuerdo es que los otros tres presidenciables del FA-UNEN (Binner, Cobos y Solanas) no la compartían, al igual que gran parte de la estructura radical representada entre otros por Alfonsín. La conducción de la UCR se reunió el lunes 17 y rechazó la propuesta. Aunque Sanz es el Presidente del partido, no logró el apoyo para avanzar. Carrió por su parte, con un partido reducido -su bancada hoy tiene sólo 6 diputados nacionales-, no tiene dificultades para acompañarla. Ella además la presenta como la necesidad de crear un gran frente anti-peronista que termine con el statu quo político que ha permitido la penetración del narcotráfico en el país.
La mayoría de los candidatos a gobernador de la UCR propusieron como respuesta un acuerdo más amplio que incluya a los tres espacios de la oposición, es decir también a Massa. Los candidatos a gobernador del radicalismo con posibilidades piensan que si no logran ser al mismo tiempo los candidatos de Massa, Macri y el FA-UNEN, no tienen posibilidades de derrotar al oficialismo en el ámbito provincial. Es que si los tres espacios de la oposición presenta cada uno su propio candidato a gobernador, será muy difícil desplazar a quien viene gobernando. Es la posición que plantean entre otros Morales y Cano, candidatos del radicalismo en Jujuy y Tucumán respectivamente. Tanto Carrió como Macri rechazan la eventual unidad con Massa (el primero por razones electorales y la segunda por causas ideológicas). El líder del Frente Renovador se ha mostrado en las últimas semanas con varios dirigentes radicales del interior y sigue buscando captar tanto sus intendentes como sus candidatos a gobernador con posibilidades. Por ahora sigue primero en la mayoría de los sondeos y si bien no rechaza la posibilidad de alianzas para las PASO con otras fuerzas a partir de marzo, las considera por ahora prematuras. En este contexto, no era fácil que prospera el proyecto de alianza entre el PRO, por un lado, y el FAU UNEN por el otro, que se estuvo negociando en los últimos días entre dirigentes de ambas fuerzas. Para un acuerdo de este tipo hay tiempo hasta junio del año próximo, cuando vence el plazo para inscribir alianzas y candidatos para las PASO que se realizan en agosto.
Mientras tanto el oficialismo sigue avanzando en su estrategia de consolidar un poder permanente que le permita condicionar al futuro gobierno si es opositor. El Ejecutivo ha prorrogado las sesiones del Congreso hasta el 31 de diciembre de este año. En ellas tratará de obtener la sanción definitiva de la reforma del Código Procesal Penal -en la cual ha aceptado algunas reformas pero mantuvo la creación de 17 fiscalías generales y 1.700 cargos que designará antes que termine el gobierno- y de la ley de telecomunicaciones, que crea un organismo estatal -similar al AFSCA para los medios audiovisuales- que supervisará el sector, incluidos los contenidos de las redes sociales. También tratará de lograr el acuerdo para el nuevo Presidente del Banco Central (Vanoli) y uno de sus directores (Biscay), y la sanción de la ley de fertilización asistida, que es resistida por la Iglesia (en el documento del Episcopado difundido la semana pasada mantuvo una posición crítica hacia el gobierno). Podrían ser enviados nuevos proyectos, como el que reforma el Sistema Penitenciario Federal y otros que crean nuevos organismos para intervenir en el sector agropecuario y podrían ser tratadas también la designación del sucesor de Zaffaroni en la Corte y reformas al Código Electoral. Quienes piensan que habrá acuerdo con los buitres especulan que a fines de diciembre podrían ser enviados los tres proyectos de ley necesarios para hacerlo posible. Mientras tanto, esta semana la Presidente podría volver por un rato a la Casa de Gobierno tras un período en el cual su hijo Máximo -a quien los holdouts buscan involucrar en las investigaciones sobre Báez- ha sido el intermediario entre ella y los funcionarios más importantes del gobierno.
En conclusión: el hecho de que si el oficialismo llega al 40% de los votos y tiene más de 10 puntos de ventaja sobre el segundo ya gana en primera vuelta, impulsó las conversaciones entre el PRO y el FA-UNEN; pero en el FA-UNEN, salvo Carrió y Sanz, los otros tres presidenciables no compartían la idea de una alianza con el PRO para competir en las PASO; varios candidatos a gobernador de la UCR propusieron una alianza más amplia en las PASO que incluya a Massa, quien en las últimas semanas ha sumado intendentes de la UCR y se ha acercado a varios dirigentes; por último, el Kirchnerismo prorrogó las sesiones del Congreso hasta el 31 de diciembre y tratará de obtener la sanción de proyectos importantes, mientras Máximo ha ganado espacio durante la enfermedad de su madre.