Se ven venir una marcha multitudinaria y saben que esta vez no hay espalda para resistirla. La presidente en perosna ordenó desde el aire que su gente salga a neutralizarla.
La marcha del silencio que están preparando los fiscales para el 18 de febrero, y conocida en las redes sociales como #18F, es un hecho inédito al menos en la democracia argentina. Ese día se cumplirá 1 mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman y la movilización está abierta a la ciudadanía.
Podría ser una manifestación conmocionante para la sociedad y la política, por eso el Gobierno nacional salió esta mañana a intentar ‘desmovilizar’ la concurrencia cuestionando sus propósitos. De eso se encargaron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el Secretario de la Presidencia, Aníbal Fernández, en sendos contactos con la prensa.
Anoche en pleno vuelo Cristina hizo llegar a los suyos la orden de «embarrar la cancha» de manera tal que los fiscales terminaran por levantarla. «Son unos cagones y además corren detrás del peso y de los cargos», dijo textualmente alguien desde las alturas, «que Anibal se encargue de avisarles que el 19 la Corte los sumaria a todos. Ya está hablado», concluyó.
Y los amigos no tardaron en salir a operar fuerte.
«¿Por qué se realiza esta movilización?», se preguntó el jefe de ministros, y le recordó a los funcionarios judiciales sus deberes: «El rol principal de los fiscales es investigar y esclarecer el hecho. Eso no debe implicar transferir culpas a otros poderes».
Luego, Capitanich aclaró que sin embargo el Gobierno «respeta todas las manifestaciones” pero que «creemos que es necesario tener un nivel de evaluación de porqué se realiza una marcha de esta naturaleza. Esta marcha del silencio deberá tener algún objetivo. El que tiene que investigar es el Poder Judicial; nadie puede decir que puede haber una interferencia y nadie debe trasladar la responsabilidad a otro».
En tanto, Aníbal Fernández opinó: «hay gente que no se movió por otros argentinos en los momentos más duros de la democracia». En ese sentido apuntó especialmente al ex fiscal general, Julio César Strassera.
Pero primero también hizo una aclaración con respecto a la validez de la manifestación: «Forma parte de los derechos que hemos conquistado todos los argentinos, no me parece que sea malo. Han matado a un fiscal, o ha muerto un fiscal, o se ha suicidado un fiscal», sostuvo Aníbal sobre la marcha, antes de ingresar a la Casa Rosada.
Luego, Fernández volvió a apuntar a los organizadores de la marcha porque «entre ellos hay gente que no se movió por otros argentinos en los momentos más duros de la democracia», y mencionó Strassera, por haberle negado un hábeas corpus al ex gobernador de Santa Cruz Jorge Cepernic durante la última dictadura militar.