La OTAN planea una demostración de fuerza en el conflicto de Ucrania y está organizando un refuerzo de su presencia militar en Europa del Este con una clara dedicatoria al presidente ruso, Vladimir Putin.
«Todo potencial agresor debe saber que al pensar en atacar a un aliado de la OTAN no sólo debería verse ante los soldados del país en cuestión, sino también ante tropas de la OTAN», ha declarado el secretario general de la organización, Anders Fogh Rasmussen, en una entrevista con el diario alemán ‘Süddeutsche Zeitung’. El plan de acción definitivo será decidido la próxima semana en Gales y contempla el despliegue de unidades de intervención inmediata en Polonia, Estonia, Lituania y Letonia, con el objetivo principal de «posibilitar una intervención más rápida en caso necesario».
«Nuestra intención es desarrollar una unidad que sea una punta de lanza dentro de la Fuerza de Respuesta de la OTAN y que esté disponible para una intervención en cualquier momento. Si se produjese una agresión, podríamos intervenir en cuestión de horas», subraya Rasmussen, sugiriendo que esa «mayor presencia» de los aliados en el este de Europa tendrá carácter semipermanente, mediante una «rotación de alta frecuencia» sobre el terreno. Para su puesta en marcha definitiva será reforzada su infraestructura en estos países, para poder manejar los suficientes suministros de equipo.
El ministro de Defensa Nacional polaco, Tomasz Siemoniak, ha aceptado de antemano ese despliegue y ha aclarado: «No creo que en los documentos de la [próxima] cumbre de la OTAN aparezca la expresión ‘presencia militar permanente'». Siemoniak espera que durante la cumbre se acuerde la realización de una serie de maniobras militares de la Alianza Atlántica en Polonia, Lituania, Letonia y Estonia, así como impulsar el desarrollo de la infraestructura de la OTAN en estos países. «Estamos satisfechos con este concepto, no hacemos un fetiche de la palabra ‘permanente’. Preferimos que los soldados de nuestros aliados participen en ejercicios con los nuestros, y no estén en cuarteles», ha dicho el ministro. Polonia ya recibe por rotación entre 300 y 400 militares de Canadá y EEUU y espera comenzar a recibir militares británicos en otoño. «Invitamos a nuestros aliados a participar en maniobras en Polonia», concluye Siemoniak, que recuerda que ya ha sido reforzado el patrullaje aéreo de los Países Bálticos, así como de Polonia y Rumanía, y que han sido enviados buques adicionales al Mar Báltico y al Mar Mediterráneo.
Función disuasoria
Las bases permanentes en los países del este chocarían con el contenido del Acta Fundacional que regula las relaciones entre la Alianza Atlántica y Rusia desde 1997. En la actualidad, la OTAN solo dispone de un cuartel general en el Este, situado en Szczecin (Polonia), y garantiza la seguridad aérea de los Países Bálticos mediante el despliegue rotatorio de aviones de combate de otros Estados miembros. Como parte del acuerdo, este otoño España desplegará cuatro aviones Eurofighter para participar en las labores de patrullaje. Esta misión, prevista desde junio, no se vería afectada por la creación de nuevas instalaciones militares en la región.
Todas estas decisiones tienen como propósito oficial un efecto disuasorio. «Creo que Rusia sabe que atacar a un Estado miembro sería cruzar la línea roja. Ése es el mayor valor de la Alianza», subraya Rasmussen. «Con esto no quiero decir que haya una amenaza inminente, sino que nuestro deber es actualizarnos continuamente y adaptarnos al nuevo entorno para seguir siendo creíbles y efectivos. Cuanto más fuerte sea nuestra determinación, menor será el riesgo de amenaza militar sobre cualquier aliado».