La violencia y descontrol que impera en el manejo de los barras del fútbol argentino viene tensando la siempre compleja relación entre la política y la policía bonaerense. Y la policía…no ayuda mucho.
Por estas horas, efectivos de esa fuerza abocados a los operativos en los estadios de fútbol apuntan contra el titular del Aprevide -el organismo provincial encargado de la seguridad en las canchas-, Roberto Laino, un funcionario de Ezeiza que llegó a ese cargo de la mano del ministro de Seguridad, Alejandro Granados.
Laino asumió en el organismo hace poco más de un año. Desde entonces su dedicación es sólo parcial toda vez que cuatro días a la semana los destina al trabajo territorial de su jefe político, en Ezeiza.
En el entorno del fútbol la bronca contra Laino crece con cada incidente que se produce en las canchas. No se lo ve en los operativos, su actividad es firmar documentos y notificaciones que suelen ser rechazadas por su desconocimiento reglamentario y en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) no le conocen el rostro.
En un organismo con extremo roce con el público y los medios, Laino sólo dio una entrevista. Fue cuando ya llevaba 11 meses de gestión y a raíz de serios incidentes en un partido entre Arsenal y Aldosivi donde dos facciones de la barrabrava del equipo de Sarandi se enfrentaron en las tribunas. Allí, Laino no tuvo otra opción que hablar con ESPN y sus declaraciones fueron más que polémicas. “Muchas veces me encuentro con las manos atadas para terminar con la violencia en el fútbol», dijo. Y sugirió que los funcionarios se tendrían que “sentar y decir ‘hasta acá llegó'». Esas palabras irritaron incluso al propio Granados.
En La Bonaerense se preguntan porqué se eligió a una persona como Laino para un lugar tan dinámico, mediático y que requiere de respuestas inmediatas. Recuerdan que su antecesor, Oscar Boccalandro, aún sin ser un funcionario operativo, decidió suspender partidos del Nacional B sin dudarlo. Uno de ellos fue en la cancha de Independiente cuando el equipo de Avellaneda buscaba enfrentar a Unión. El entonces titular del Aprevide resolvió en pocos minutos suspender el partido cuando se encontró gente armada en la terraza cercana a la Puerta 4 del estadio.
El Aprevide es un organismo que funciona bajo al órbita de la secretaría de Deportes, que dirige Alejandro Rodríguez. Fue este funcionario quien consensuó con Granados que sea Laino quien maneje los operativos y quien en definitiva es responsable de su desempeño en la estructura del gobierno bonaernese.
Sin embargo, Laino responde directamente al ministro de Seguridad bonaerense. Es que fue el propio Granados quien traccionó para quedarse con ese espacio cuando transitaba por su mejor momento dentro del gabinete bonaerense. La excusa para designar a Laino es que se desempañaba como secretario de Seguridad en Ezeiza. Sin embargo, lo que pocos saben es que en realidad siempre estuvo abocado al departamento de Compras de ese distrito y sólo estuvo en Seguridad durante pocos meses.
Fuentes de La Bonaerense aseguran que Laino no sabe siquiera que tiene facultades para suspender un partido o que si él lo decide puede cambiar de estadio. Sostienen que desconoce absolutamente el organismo que dirige. «No sabe qué es una prohibición de concurrencia (Ley 11.929), ni que es un derecho de admisión», dicen desde La Plata.
Laino concurre al organismo del Aprevide sólo 40 minutos por semana. El resto de los días se queda en Ezeiza. «A mi me pagan para hacer política. Yo acá vengo un ratito si total están ustedes que son los que saben. Yo no se nada de esto», les dice a los técnicos de ese organismo.
Los funcionarios técnicos del Aprevide revelan el grado de bronca de los dirigentes y de la AFA misma para con Laino. A la hora de graficar su desconocimiento en el tema aseguran incluso que durante el torneo de verano en Mar del Plata pidió retirar a los alcanza pelotas. «¿Qué hacen estos pibes acá, todos vestidos iguales. Que salgan», ordenó.
Esta semana, tras los incidentes en La Bombonera, Sergio Berni junto al secretario de Cooperación, Darío Ruíz, el secretario de Deportes bonaerense, Alejandro Rodríguez, y otras autoridades de la seguridad en los estadios realizaron una mesa de trabajo para insistir con el proyecto de la ley contra barra bravas que desde hace meses recorre las comisiones de Diputados. En esa rosca Laino prefirió quedarse en Ezeiza.
Durante los últimos episodios de violencia, la figura de Laino brilló por su ausencia. Más allá del reciente incidente en La Bombonera, tras los últimos enfrentamientos entre barras y policías, las fuerzas de seguridad tomaron nota de la ausencia de una planificación seria en materia operativa.
La bronca crece y en una campaña electoral como esta los temores se acrecientan. En el entorno de Scioli consideran que un incidente serio en las canchas puede ser un difícil escollo en su camino a la Rosada. Algunos aseguran que Scioli evalúa el futuro de Laino. Prefiere no correr mayores riesgos en una campaña presidencial que hasta ahora viene manejando sin errores.