Fue un verdadero gladiador durante 15 años en la selección argentina de básquet. Con una mentalidad ganadora inquebrantable, se convirtió en un irremplazable por su influencia en la Generación Dorada.
Inmediatamente después del emotivo homenaje realizado en el Polideportivo, Leo Gutiérrez mostró su costado vulnerable y trató de poner en palabras tantas sensaciones en una noche inolvidable.
-¿Qué sentiste ante tanto reconocimiento en este momento tan especial?
-Me quería ir enseguida. Realmente me emocioné muchísimo. Ver el Poli de esta forma es emocionante. Hacía mucho que a la selección en Argentina no la venía a ver tanta gente. Sentir el afecto de la gente es emocionante, estaba mi familia, mi señora con mis hijos, un grupo de amigos de Mar del Plata que vinieron a verme y apoyarme, hicieron una bandera. Estoy sumamente agradecido y emocionado por todo. Considero el Polideportivo como mi casa y vivir esto acá es algo emocionante.
-¿Qué te dejó todo lo que pasaste con la selección argentina?
-Son todos recuerdos muy lindos y únicos los que vivimos en la selección. Momentos difíciles y otros muy gratos. Son recuerdos muy lindos que a mi me ayudaron a crecer muchísimo como jugador. Aprendí mucho de todos mis entrenadores y mis compañeros. Jugar con todos los grandes que tuvo la selección me hizo aprender mucho. Me llevo algo positivo de todos.
-¿Qué más te queda por decir?
-Estoy agradecido a la gente, a mis compañeros, a mis entrenadores, a todos los dirigentes de la CABB, agradecidísimo al Chubi (Susbielles) y a Mike Stura que tuvieron la idea de hacerme sentir bien con algo tan lindo y sencillo como esto. Cuando terminó el tercer cuarto me quería ir porque parecía que se me caía el Poli encima.
-¿Cómo ves este nuevo proceso de la selección?
-Ahora hay tremendos jugadores. Tiene un gran futuro la selección. Hay que dejarlos trabajar a los chicos. Son jóvenes. Nosotros también empezamos a la edad de ellos, nos dejaron trabajar tranquilos y dimos buenos resultados. Confío y estoy seguro de que van a traer buenos resultados para Argentina.
-¿Qué imágenes se te vinieron a la mente de tantos años con la selección argentina en un momento tan especial como esta despedida?
-Quería agarrar el micrófono y decir que no me retiro nada. Me arrepentí… ja ja… Son muchos momentos gratos. Podemos decir que el Mundial de Indianápolis (2002), la medalla de oro (Atenas 2004) y de bronce (Beijing 2008) serían los tres mejores, pero hemos vivido muchos momentos únicos. He jugado Sudamericanos. Hacía 14 años que no ganábamos uno y lo hicimos en Valdivia, se hizo en Chaco cuando yo no pude jugar el Preolímpico 2011, quise ir y lo ganamos. A veces estoy aburrido en casa y me pongo mirar videos de esos partidos y la paso bárbaro. Porque la pasé bárbaro jugando para Argentina. Espero haberle dado algo a la selección de todo lo que me dio.
EN LA LIGA, HAY LEO PARA RATO
Más allá de la emoción por el adiós a la selección, Gutiérrez dejó en claro que todavía tiene mucho más para dar como jugador. En ese sentido, expresó: «Quiero terminar mi carrera jugando bien en la Liga, en buen nivel. No quería hacer las dos cosas a medias. Por eso decidí dar este paso al costado de la selección y ponerme de lleno a prepararme para la Liga».
A la espera de poder concretar su continuidad en Peñarol, el «10» manifestó: «Ya queda poco camino para recorrer pero lo quiero hacer bien. Quiero poner la cabeza en la Liga y estar bien físicamente para estar bien en esta competencia que es muy extensa. Quiero ponerme de lleno a entrenar para estar a la altura y ayudar al equipo a ganar».
