En una encuesta de Raúl Aragón & Asociados el 68% respondió «gradualmente» y sólo 25,6% respondió «inmediatamente». La realidad marca otra cosa.
Para comprender dónde se encuentran ubicados los argentinos que opinan con semejante desconocimiento: el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, advirtió que “este gobierno le deja un campo minado” a la próxima administración. Y agregó: “El próximo ministro tendrá no más de 100 días para darle sustancia a las expectativas y su desafío será demostrar estar a las alturas de las circunstancias. Todos los días tendrá un test exigente. Queda un Banco Central quebrado desde el punto de vista patrimonial. Hoy las LEBAC se utilizan como contrapartida de la emisión para financiar el sector público. Hay $320.000 millones de LEBAC y reservas por $280.000 millones. Las pérdidas del Central van aumentando”.
En este escenario, ¿gradualismo o shock? Casi todos los economistas coinciden en que el shock es la alternativa mejor pero los encuestadores les advierten a los candidatos que los encuestados prefieren el gradualismo porque les da vértigo el shock. Así, hay una conclusión inicial: la gente no tiene ni idea del desastre que están dejando los K. Por lo tanto, es imprescindible profundizar la denuncia sobre la economía quebrada y la bomba instalada.
Luego, la próxima Administración se hará cargo el 10 de diciembre y gozará de unos 100 días de gracia, hasta que a mediados de marzo, entre el inicio del año escolar y de la renegociación de las convenciones colectivas de trabajo, comenzarán las primeras tensiones. A partir de ese momento, la próxima administración tendrá entre unos 10 meses por delante para reorganizar la economía y conseguir resultados porque hacia el final del verano siguiente ya comenzará la campaña electoral para la renovación legislativa.
Si la próxima administración perdiera esa renovación legislativa, quedará muy afectada su posibilidad de permanecer en el poder durante otro mandato. En ese contexto, el gradualismo es la tumba de la ambición política aún cuando los políticos, para satisfacer a la gente acepten un discurso gradualista.
La reflexión surge de la lectura de un fragmento de la más reciente encuesta de Raúl Aragón & Asociados. Ante la pregunta «¿Ud. Prefiere que el próximo gobierno cambie todo lo que haya que cambiar inmediatamente, digamos una ruptura completa con el actual modelo, o que sea una transición gradual?», el 68% respondió Gradualmente y sólo 25,6% respondió Inmediatamente. El 6,4% dijo No saber o No conocer qué responder.
Los habitantes más favorables al cambio inmediato fueron los de Provincia de Buenos Aires (34,4%) mientras que los de Cuyo son los que más rechazan cualquier cambio abrupto (78,6% eligió hacerlo todo Gradualmente).
Ciudad de Buenos Aires y la región Centro (Córdoba y Santa Fe) también son partidarios del cambio gradual: 75,8% y 75,1%.
Que la inocencia tenga misericordia de los desinformados…