Los chicos como objeto en la Venezuela de Nicolás Maduro

Obligación de participar en campañas polítcas, toma compulsiva de sus huellas digitales y certámenes de baile sensual con chicos menores de diez años son organizados por el chavismo.

Mientras los países amigos -entre los que destaca Argentina por el supuesto progresismo que la gobierna- guardan un silencio cómplice, en Venezuela los niños son tratados como objetos y utilizados compulsivamente en las campañas disparatadas que suele encabezar Nicolás Maduro.

Los chicos como arma política

Una circular con membrete y sello del Ministerio de Educación, en la que se obliga a los estudiantes del país a escribir una carta al presidente Barack Obama.

Los parámetros de la insólita actividad aparecen en una correspondencia, hecha pública a través de las redes sociales, de la Unidad Educativa Privada Morichal del estado Monagas: “A continuación copia textual de los mensajes recibidos el día viernes 13/03/2015 y lunes 16/03/2015: ‘Buenos días, pedir a sus directores de sus circuitos que los estudiantes escriban un mensaje al presidente de Estados Unidos que respete a Venezuela, lo recojan y los guarden que se los van a pedir… Los estudiantes también pueden hacer dibujos contra Obama. Y los de inicial también [niños con edades comprendidas de tres a seis años]’”.

 

Ante el escándalo el ministro de Educación, Héctor Rodríguez, se vio obligado a declarar que su despacho no había dado ninguna instrucción para que los estudiantes participaran.

Firmas y huellas

Independientemente de la “lavada de manos” del Ministerio, profesores del Liceo Pablo Vilas, un centro de educación de la populosa zona caraqueña conocida como Cota 905, hicieron una acusación aún más grave. Aseguraron que los estaban obligando a hacer una lista con las firmas de los alumnos para unirlas a la recolección de 10 millones de rubricas que el Gobierno de Nicolás Maduro pretende reunir para enviar a Barack Obama.

Casi inmediatamente apareció otra denuncia, esta vez proveniente del estado Yaracuy, en el centro norte del país. Desde allí, una profesora identificada como Raquel Figueroa, vocera del Movimiento de Educadores Simón Rodríguez, afirmó que en los planteles de preescolar y primaria se les estaba tomando las huellas dactilares a pequeños de tres a cinco años de edad con el objeto de incorporarlas a la campaña de Maduro.

 

Tímidos educadores

La reacción de los profesionales de la educación, especialmente los que laboran para instituciones públicas, fue más discreta. Sin mucho escándalo, se limitaron a negarse a ejecutar la orden y a filtrar a la opinión pública las cuestionables circulares.

La Federación de Trabajadores Sindicalizados de la Educación (FETRASINED), por medio de su presidente, Falime Hernández, condenó la manipulación y la campaña ideológica que promueve el Gobierno. «Es una clara violación de los derechos de los niños a quienes se está utilizando para algo que desconocen», subrayó.

Niños utilizados en bailes pretendidamente sensuales

El Día del Niño se celebró una fiesta para agasajar a los pequeños en la barriada venezolana Petare, al este de Caracas. En la celebración se realizaron concursos de baile de reggaeton, donde niñas entre 7 y 10 años se movieron de manera sensual, algo adelantado para sus edades.

 

Las niñas estaban ataviadas con ropas ceñidas al cuerpo eran celebradas por el público, entre ellos sus padres y madres, que las aupaban a bailar aún más sexy.

Los comentarios de rechazo se han hecho presentes en dicho video y hasta piden que no se coloque este tipo de música en fiestas infantiles. Otros asocian el prematuro baile con el embarazo precoz que se ha multiplicado en Venezuela.

Las personas que han visto el video piden la intervención de las leyes y que se penalice a los padres de las menores.