Los gastronómicos ya ven la luz al final del túnel

Redacción – Tras muchos meses de angustia y caída la actividad comienza lentamente a recuperarse y muchos trabajadores que habían quedado en el camino son convocados para volver a la actividad.

 

En el sindicato gastronómico (Uthgra)  comienza a reaparecer la esperanza, al ver el fruto de muchos meses de trabajo, paciencia y negociaciones para contener todo lo posible la debacle generada por la pandemia. Sus directivos saben que en más de una ocasión debieron estirar al máximo su capacidad de respuesta para evitar que, además del drama generado por la situación sanitaria, algunos empresarios aprovecharan la ocasión para beneficiarse y dejar en el camino a los trabajadores.

Pero se mantuvieron firmes, sortearon embates externos e internos de quienes vieron la ocasión de llevar agua para su molino, y hoy parece que el tiempo les dio la razón: el modelo de gestión aplicado no solo sirvió para mantener intacta la estructura, preservar miles de puestos de trabajo y ahora, de la mano de la incipiente recuperación de la actividad, asistir a un notorio pedido de trabajadores para este fin de semana largo del 12 de octubre.

A través del centro de formación profesional del sindicato, llegaron pedidos para incorporar mozos, ayudantes de cocina, cocineros y camareras y si bien muchas de las convocatorias son para esta fecha en especial, ya se estaba empezando a convocar a la gente antes del fin de semana largo, lo que podría estar marcando una tendencia.

Además la propia Secretaria General de la organización, Nancy Todoroff,  confirmó que “en algunos hoteles que todavía tenían algún trabajador suspendido, convocaron a la totalidad de los empleados”.

“Es una alegría enorme. La mayoría de los hoteles de 3, 4 y 5 estrellas están trabajando muy bien, incluso los fines de semana comunes donde a partir de los jueves ya hay reservas”, completó.

Todo parece indicar que lo peor quedó atrás, que la expectativas de cara al verano son aún más optimistas de lo que podía esperarse y que lenta pero seguramente se va recuperando la actividad y el empleo en un sector predominante de la economía lugareña. Y la paciencia y el tacto sindical no ha estado ajeno a esta posibilidad.

Cuando esta historia termine también será bueno debatir sobre un modelo moderno de acción gremial en el que la inteligencia pueda más que el conflicto y los intereses sentados en la mesa de negociaciones -empleadores y trabajadores- terminen de comprender que el uno no existe sin el otro.

La crisis exigió inteligencia y esta vez ella no estuvo ausente. Ya comienzan a verse los frutos…