Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) encargaron hoy a la Comisión Europea (CE) que proponga nuevas sanciones contra Rusiaen el plazo de una semana tras detectarse la presencia de soldados rusos en territorio ucraniano.
«Hemos pedido a la Comisión Europea que realice urgentemente los trabajos preparatorios, junto con el Servicio Europeo de Acción Exterior, y presente propuestas para su consideración en el plazo de una semana», señaló el presidente saliente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término de la cumbre extraordinaria celebrada hoy en Bruselas. «El Consejo Europeo está listo para dar nuevos pasos significativos en vista de la evolución de la situación sobre el terreno», añadió.
Van Rompuy recordó que este ha sido un «verano dramático» en demasiados frentes y que la UE ya adoptó a finales de julio sanciones importantes, el llamado tercer nivel, que están teniendo «un impacto visible en la economía de Rusia». «Todos los esfuerzos deben dirigirse ahora a detener el derramamiento de sangre y evitar lo peor», señaló.
El Consejo Europeo está «extremadamente preocupado» por la intensidad de los enfrentamientos y el flujo de armas y soldados procedente de Rusia hacia el este de Ucrania y la presencia de fuerzas armadas rusas en suelo ucraniano, agregó.
El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, por su parte, afirmó que «había unidad acerca de que si Rusia continuaba incrementando las tensiones habría un alto coste». «Puedo asegurarles que la Comisión presentará sus propuestas muy pronto», continúo, al tiempo que afirmó que «las sanciones no son un medio en sí mismo».
«En el siglo XXI tal comportamiento no es aceptable y les urjo (a Rusia) a que entren en razón y trabajen de forma constructiva con la UE», agregó Barroso, quien consideró que no tiene sentido mantener este tipo de conflicto o un tipo de guerra fría porque «ahora es hora de paz». «No puede haber una solución militar. No es demasiado tarde, pero el tiempo se acaba rápidamente», destacó.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi, rechazó hablar de «ultimátum» a Rusia y dijo que «hoy tenemos un gran sentimiento de dificultad en el enfrentamiento con Rusia, también por lo que (el presidente ucraniano, Pétro) Poroshenko ha contado, y a la vez nos damos cuenta de lo importante que sería tener a Rusia en la comunidad internacional».
Renzi se refirió en concreto al efecto que «una Rusia capaz de dialogar podría tener por ejemplo en Siria o Irak». «Es una situación en la que no está en juego solamente una discusión sobre las sanciones, está en juego la idea de Europa y su relación con el vecino más grande, Rusia», sostuvo.
«Toda la presión posible»
Van Rompuy aseguró que se hará toda la presión posible para que Rusia vuelva a la mesa de negociaciones y encontrar una solución política porque no hay solución militar, y la UE no tiene tantos medios a su disposición.
El líder del Consejo Europeo reconoció que aunque las sanciones son una medida efectiva, también crean tensiones entre los Estados miembros, pero dijo que eso es el «precio que hay que pagar». El presidente francés, François Hollande, destacó que en la cumbre de hoy Europa ha afirmado que hay situaciones que «no pueden ser toleradas en sus fronteras».
Hollande explicó que la CE tiene preparadas desde hace semanas una serie de decisiones que podrían tomarse en caso de escalada de la violencia y que ahora tendrá que concretar en el plazo de una semana.
El presidente francés precisó que las nuevas sanciones serán decididas por el Consejo de la UE, pero que no necesariamente requerirá una nueva reunión de los jefes de Estado y de Gobierno, ya que podría adoptarse a nivel de ministros o incluso de embajadores.