Sin brillar y con deudas en el juego, los Pumas se recuperaron de la derrota con Escocia con un triunfo 20-18 ante una dura Italia que peleó hasta el final.
Un antes y un después, un momento clave del partido resultó ser el try de González Amorosino en la última jugada del primer tiempo. Porque la Argentina, hasta ahí, no había podido hacer pie en el Luigi Ferraris y el trámite favorecía al dueño de casa.
Italia hizo lo simple pero necesario para complicar a los Pumas. O dejar que se compliquen solos. Otra vez con penales evitables, con problemas en las formaciones fijas y con dificultad para encontrar los espacios en el intento de jugar la pelota de todos lados. La chapa, a pedir de un Haimona que acertó cuatro envíos contra uno de Hernández.
La aparición de González Amorosino no tuvo demasiado que ver con la propia elaboración. El ex Pucará aprovechó un error en el manejo italiano, pateó y mandó el juego a campo rival para, después de algunas fases cerca del ingoal, burlar a Haimona con un quiebre de cintura y estampar su firma, una importante, para el 12-10 parcial.
El envión anímico de estar cerca aún sin jugar bien sirvió como impulso para afrontar los 40 minutos finales. Los Pumas salieron algo más firmes y, a pesar de un nuevo penal de Haimona, mejoraron en el cuidado de la posesión, las formaciones móviles y se destacaron desempeños individuales como el de Isa -recuperó una pelota de oro sobre el cierre-, De la Fuente, Cubelli y el debutante Petti, todo un trabajador.
Iban 58 minutos cuando Cubelli, de suplente a capitán en una semana, jugó rápido un penal desde un scrum, conectó con Hernández y este a su vez con un De la Fuente que entró en velocidad para irse debajo de los palos y, con la conversión del 10, poner al frente por primera vez a la Argentina en el partido por 17-15.
Después, un penal de Sánchez -entró por Hernández- y la respuesta por la misma vía para Italia del cordobés Orquera, que se la jugó con un drop a distancia a segundos del final, inclinaron la balanza a favor de los Pumas con vistas al test más difícil de la gira: ante Francia, el próximo sábado. Una sonrisa para intentar cerrar la ventana en buena forma en París.