¡¡¡Mejor prevenir que curar!!!

(Por Dimas J. Pettineroli) – En tiempos de crisis, y esto es válido para varios países, la desesperación lleva a cometer errores a la hora de tomar decisiones de tipo económico.

Hay necesidad de mejorar los ingresos y entonces, sin analizar adecuadamente la situación, se invierte mal lo poco de que se dispone.
Periódicamente recibo pedidos de orientación, por lo que aprovecha esta columna para generar 10 Interrogantes Básicos a formularse antes de resolver. Sobre todo porque todo lo que brilla no es oro.
Esta guía, cumplida a cabalidad, puede ahorrarles disgustos sobre todo porque las fallas económicas casi siempre afectan al núcleo familiar, divorcios incluidos.

Aquí hay 10 preguntas que puedes hacerte para validar tu idea antes de comprometer tu tiempo, tu dinero u otros recursos para tu lanzamiento:

1. ¿Qué problema estás resolviendo?
Si no puedes especificar claramente el problema que tu producto o servicio resuelve, es probable que no tengas una idea exitosa.
Acá hay que poner esfuerzo y tiempo para definir y describir lo que vamos a ofertar.
2. ¿Cómo se intentó solucionar ese problema en el pasado y porqué esas ideas fracasaron o tuvieron éxito?
Hay muchas cosas que puedes aprender de los que lo han intentado antes.
Esto es vital. Generalmente nada hay nuevo bajo el sol. Y si muchas experiencias frustradas por no haber sido precavidos y analíticos.
3. ¿Cuántos beneficios específicos puedes enumerar sobre tu producto o servicio?
Cuantos más tengas más probabilidades existirán de cubrir una necesidad real.
4. ¿Quiénes son tus competidores potenciales?
Tener competidores no es malo porque significa que ya existe un mercado. Sin embargo es importante saber su tamaño y la dominancia de los agentes que lo conforman para tener claro hasta dónde podremos llegar.
No ser ciego a la hora de medir bien a los adversarios. Subestimarlos seguro te levara a la quiebra en breve tiempo.
5. ¿Qué características clave qué mi producto o servicio tiene serán difíciles de copiar?
Antes de entrar en el negocio, tienes que ser muy claro acerca de lo que te distingue de sus competidores.
Esto conforma lo que llama ventajas competitivas. Si no las tiene, mejor pensar en otra cosa.
6. ¿Ha hecho un análisis DAFO? (1)
Este marco te ayudará a comprender las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas que tu idea tiene y con ello las probabilidades de éxito.
7. ¿Tienes acceso a los diferentes recursos que necesitas para poner en marcha tu negocio?
Mientras que no necesitas ser rico para poner en marcha un negocio, necesitarás una cierta combinación de tiempo y dinero, dependiendo su alcance. Si no tienes ninguna manera de acceder a todo lo que necesitas, será mejor que esperes para poner en marcha en un momento diferente.
Aun los buenos proyectos naufragan si no existe el suficiente soporte financiero y logístico para llevarlo a cabo.
Algunas ideas requieren una inversión inicial elevada, mientras que otras no. Si es tu caso, aprovecha para planificar cómo vas a manejar tus finanzas y necesidades diarias mientras estás esperando para que tú producto o servicio gane atractivo.
8. ¿Tienes un mentor o un asesor al que llamar?
Ciertamente pues hacerlo en solitario si es necesario, pero cuando inicias un negocio, tener el consejo de otros te puede ayudar a evitar errores innecesarios.
Consigna: prohibido inventar. Asesórate, Google te da posibilidades de conocer experiencias adecuadas.
9. ¿Qué tamaño tiene tu mercado?
Necesitas conocer un rango de personas que sepas que pueden necesitar tu idea y que están dispuestos a pagar por ella para determinar si tu concepto es viable.
Esto es fundamental. Y sobre todo saber si el mercado es próximo a tu residencia.
10. ¿Has comentado tu idea en el seno familiar?
Es fundamental que tu esposa conozca bien de se trata para que pueda apoyarte racionalmente.
Tus mayores también pueden darte asesoramiento de experiencia.
Queridos lectores: ser emprendedor es apasionante. Tener ímpetu para encaminar una buena idea es emocionante y motivador. Pero hay que tener frialdad a la hora de analizar el invento, producto o servicio que queremos implementar.
Recuerden: es mejor prevenir que curar.
Un fuerte abrazo y adelante. De cobardes no hay nada escrito. Pero eso sí, con los pies en la tierra.

(1) Es una herramienta para conocer la situación real en que se encuentra una organización, empresa o proyecto, y planear una estrategia de futuro

Un abrazo desde el Caribe sur.
DIMAS PETTINEROLI
dimaspettineroli@hotmail.com