Como decía Perón, «no hay nada más peligroso que un gorila asustado» y la verdad es que la presencia de gente armada en la terraza de la Rosada parece confirmarlo.
Sorprendió este fin de semana la presencia de gente armada en los techos de la Casa Rosada. ¿A qué le teme el gobierno?, ¿qué intención se esconde tras esta imagen que seguramente asusta a los paseantes?.
¿O lo que se busca es amedrentar a quienes deben recorrer la zona el 18F para llegar a las puertas de la fiscalía de Nisman?.
Lo cierto es cada vez con mayor asiduidad el gobierno insiste en parecerse -y hacer que su paisaje propio parezca- cada vez más emparentado con la tensión, la amenaza y las costumbres que tanto conocemos los argentinos y no por cierto en épocas democráticas.
Una postal preocupante, que en una sociedad civilizada supondría al menos una explicación, y un presente lleno de crispaciones y sobrevolado por las violencia.
Una Argentina que ni queremos ni nos merecemos.
