Con motivo de la celebración de la II Jornada Mundial de los Pobres Mons. Gabriel Mestre presidió la Misa en la Catedral de Mar del Plata y compartió un almuerzo con los más humildes.
En su homilía animó a que “cada uno pueda comprometerse, desde el propio lugar, a hacer algo por el hermano más pobre, necesitado y marginado”. El obispo se hizo eco, así, de la insistencia del Papa Francisco en el llamado a ir al encuentro de los hermanos que viven situaciones de sufrimiento y marginación.
Mons. Mestre invitó, concretamente, a “acercarse a la parroquias y capillas para poder insertarse y participar de la caridad organizada de la Iglesia a través del servicio permanente de Caritas.”
Además de este llamado al compromiso personal con los hermanos más pobres, Mestre bregó para que las políticas, en todos los niveles, tengan en cuenta a los hermanos más pobres y no se hagan eco de esta cultura del descarte que deja excluidos a muchos de nuestros hermanos.
Luego de la Misa, por segundo año consecutivo, el obispo realizó un almuerzo en el que participaron unas 120 personas, la mayoría en situación de calle. Unos 60 voluntarios de Caritas de las Parroquias Catedral y de la Asunción, prepararon un menú especial, ornamentaron el salón y sirvieron las mesas. El clima de alegría y fraternidad fue un signo elocuente de cuánto se puede hacer cuando se unen en el amor la fraternidad y la creatividad. Este evento es parte del itinerario de acompañamiento diario que realiza la Iglesia de Mar del Plata mediante Caritas, la Noche de la Caridad, el servicio de Dies Domini y la pastoral del Basural, entre otros servicios.