La Formosa que Tévez puso en evidencia era ya una realidad que muchas veces no queremos ver. ¿Qué hace que una sociedad siga votando expresiones políticas que la condenan a la miseria?
Los dichos de Carlitos Tevez sobre la pobreza en Formosa y la respuesta de funcionarios del gobierno provincial pusieron en el centro de la escena un flagelo que afecta desde hace varios años a la población formoseña, pero que pareciera que nadie quiere solucionar. La situación en la provincia norteña no es nueva, ya que siempre fue
una de las que contó con los peores números en cuanto a pobreza e indigencia. Hoy en día, y según índices privados, más del 55% de la población es pobre, siendo sólo superada a nivel país por Chaco, y la tasa de mortalidad infantil es la más alta de la Argentina, con 21,2 muertes cada mil nacidos vivos, casi doblando el promedio del país.
Pese a que el INDEC presente otra realidad con alrededor de un 6% de pobres, el drama en Formosa no pudo ser solucionado por la extensísima gestión del gobernador Gildo Insfrán, que fue vicegobernador entre 1987 y 1995, año en el que asumió en su puesto actual hasta el día de hoy. El máximo mandatario creó un feudo en plena democracia basado en pobreza, clientelismo y dependencia del estado. No mejoró los índices pese a que el crecimiento a nivel país tuvo su correlato directo en la provincia, ni tampoco el déficit habitacional que afecta a casi la mitad de la población.
La pobreza ataca directamente, además, a los pueblos indígenas Wichí, Pilagá y Toba Qom, que han denunciado al gobierno provincial en muchas oportunidades y están reclamando desde hace varios meses en la esquina de la 9 de julio y 25 de mayo que la presidenta de la Nación los atienda. Representados por Félix Díaz, el líder Qom, los pueblos originarios sufren a diario todos los indicadores negativos.
La provincia de Formosa no tuvo PASO a nivel provincial, por lo que en octubre, el gobernador Insfrán irá por su quinta reelección. De ganar como se espera – el FpV sacó el 60% el 9 de agosto- seguirá como el dirigente con más años al frente de una provincia desde el retorno de la democracia, ya que en 2019 llegaría a los 24 años ininterrumpidos en el poder.
Pese a la feroz respuesta que sufrió, Tevez, que nació en Fuerte Apache un barrio muy humilde de la Capital Federal, expuso una situación de exclusión y marginalidad que ya lleva más de dos décadas en Formosa, se tornó estructural y muestra la peor cara de la política.