La Cámara de Diputados de la provincia aprobó la designación como Ciudadano Ilustre de Diego Maradona. Para merecer tal distinción hay que ser ejemplo de vida y ciudadanía (¿¿¿???)
Condenado por evadir impuestos en Italia, prohibida su entrada a los EEUU por su vinculación con la droga, manipulador de la identidad de sus propios hijos a los que reconoció caprichosamente cuando se le antojó y a quienes denigró durante años, suspendido por consumo de estupefacientes en su carrera deportiva, postulante público del derrocamiento del gobierno constitucional de Mauricio Macri, condenado también por balear a un grupo de periodistas en la localidad de Moreno y procesado por daño agravado por prender fuego un camión en la ciudad de Buenos Aires, Diego Armando Maradona ha sido nombrado Ciudadano Ilustre de la Provincia de Buenos Aires.
Nadie discute los méritos deportivos del ex futbolista -si no tomamos como parte de su carrera esas reiteradas cuestiones con el consumo de drogas- y mucho menos su condición de ser uno de los tres futbolistas más grandes de la historia.
Pero ocurre que el grado de Ciudadano Ilustre está reservado para quienes honren específicamente su condición de bonaerense no solo por el éxito en su profesión sino también como ejemplo de vida y ciudadanía.
Los senadores del Frente para la Victoria (FpV), Santiago Carreras y Darío Díaz Pérez, en representación de su bloque habían presentado en la Legislatura bonaerense un proyecto de Ley para que sea declarado como tal.
“La figura del ‘10’ ha dado sobradas muestras de merecer tamaño reconocimiento”, expresó Carreras como argumento al pedido. Asimismo, aseguró que «no hace falta detenernos en su notable carrera deportiva, sus logros, su espíritu ganador, su talento único” sino que “Diego además es ejemplo constante de gestos solidarios”.
Se refieren sin rubor alguno a alguien que inclusive propone fusilar a los integrantes del actual gobierno elegido por el pueblo, como queda en claro en el video que lo muestra en un estado lamentable y en toda la magnitud de su odio hacia quienes no piensan como él:
Lejos pueden ser considerados como tales los que se le conocen fuera de las canchas y sería ocioso recordar todas y cada una de las veces en las que el singular personaje expresó violencia moral o ejerció violencia física contra todos aquellos que osaban contradecir sus ideas y caprichos.
Demasiado notorio y presente como para digerir, sin más, que en una provincia que bulle de ejemplos reales de solidaridad y ayuda al prójimo se privilegie, desde la representación popular en el estado, el cholulismo de premiar a quien desde un Olimpo inventado ha dado tantos ejemplos de desprecio por el género humano.
Una vergüenza por donde se la mire.
