Los Pumas cayeron frente a los All Blacks por 28 a 9 en la tercera fecha del Rugby Championship. El conjunto nacional aún no ha logrado obtener un triunfo en la competencia. Este es su tercer certamen y busca concretar su primera victoria y mejorar el nivel de los primeros dos.
El equipo de Hourcade se quedó con un gusto amargo en la visita al mejor equipo del mundo. Mantuvo la defensa compactada hasta la primera mitad del complemento, donde la distancia en el marcador aún le permitía soñar. Luego los hombres de negro generaron espacios en velocidad y fueron implacables para definir el partido en los últimos minutos.
Argentina tuvo una performance aceptable frente al rival más duro que tiene este certamen y al que nunca le ha podido ganar en su historia. Pero el empuje en el scrum y los penales bien aprovechados por Nicolás Sánchez, no bastaron para poder equiparar a los All Blacks en el marcador.
Los neozelandeses lograron cuatro tries por intermedio de Julian Savea (2), Liam Mesam y Aaron Smith, con un penal y una conversión de Colin Slade y un penal de Beauden Barrett. Para Argentina los puntos se concretaron mediante tres penales de Nicolás Sánchez.
Los Pumas mostraron nuevamente que pueden tener un buen juego pese a la jerarquía del rival. El inconveniente del conjunto argentino es en los detalles finos de una defensa que se mantiene acoplada en gran parte del partido, pero que cuando deja un pequeño espacio, le dan un golpe muy duro
Argentina jugó un muy buen primer tiempo, ejerciendo presión sobre los campeones mundiales, sobresaliendo en las formaciones fijas y quitándole ritmo a los locales. Incluso en los minutos finales de esa primera etapa Sánchez falló un drop que puedo haber colocado un parcial de 9-8 favorable a los argentinos.
No obstante, cuando se falla ante los All Blacks es try. Eso sucedió en la última jugada del primer tiempo cuando se perdió un balón en un scrum y Messam estableció un parcial de 13-6.
En el segundo tiempo todo fue de los neozelandeses, que no estiraron más el marcador debido a la mala puntería, especialmente de Barrett. Nueva Zelanda marcó 1-4 en conversiones y 2-4 en penales.