Alvarado y violencia parecen ser términos que no logran tomar distancia entre si. Ha llegado entonces la hora de que las autoridades resuelvan una situación que ya supera todo límite.
La pregunta es una y la respuesta es sencilla: ¿es más importante la barra de Alvarado, su alcohol, sus drogas, sus delitos y marginalidades que la ciudad de Mar del Plata?.
¿Puede interesarnos que semejante lumpen sea representativo de nuestra ciudad?. ¿Podemos seguir creyendo que los directivos del club de la calle Jara realmente quieren hacer las cosas bien?.
¿No son ya demasiados los antecedentes de violencia?, ¿los desmanes?, ¿la vinculación con trapitos, vendedores ambulantes, cuida coches y otras marginalidades, convertidos siempre en «el brazo armado» de las mismas?. ¿No hace décadas que los observamos haciendo de guardaespaldas de los dirigentes en las internas políticas?.
Entonces…¿qué más hace falta para que la Liga Marplatense los sancione?. Si…ya sabemos…que la Liga exista.
¿Y las autoridades municipales?, ¿no se les cae la cara de vergüenza de que etos personajes representen a la ciudad?. Bien saben nuestros gobernantes que tienen resortes legal y fácticos suficientes para que esta payasada se termine de una vez.
Todos tienen miedo: dirigentes, periodistas y funcionarios. Todos temen la violencia de estos impresentables y prefieren el silencio que los pone a salvo de ella. Cuando no deslizar un pesito por debajo de la mesa para que los bestias los miren como «amigos».
Hoy un nuevo incidente en la puerta del municipio. Allí fue agredido el periodista de Radio 10 Mar del Plata y del sitio La Posta, Samuel Zamorano, quien filmó los incidentes y el instante en el que comenzaron a golpearlo a él mismo. Antes habían insultado a la concejal de la UCR VilmaBaragiola.
Ante semejante situación el municipio sacó un comunicado de presnsa en el que dice: «El Gobierno Municipal repudia enérgicamente los hechos de violencia sucedidos en la mañana de hoy en inmediaciones de la Plaza San Martín donde fueran agredidos verbalmente la Secretaria de Desarrollo Social Vilma Baragiola, y físicamente el periodista Samuel Zamorano y militantes de agrupaciones que se congregaron en la puerta de la Comuna».
¿El club?, silencio; ¿La Liga?, idem, ¿la prensa?, lo de ocasión, repudios de media palabra, un par de días…y hasta luego.
Demasiado poco…demasiado tibio…demasiado cobarde.
