El organismo, que no puede ser toldado de reaccionario o conservador, insiste en que la aplicación del gobierno argentino no garantiza el cuidado de los datos de los usuarios.
La organización Amnistía Internacional dijo que 13 días después de la reunión que celebró con las autoridades gubernamentales para llamar la atención sobre la falta de transparencia de la aplicación, existen “preocupaciones” en al menos dos áreas: la administración en la recopilación de datos sanitarios sensibles, y la falta de transparencia en lo que respecta a la información proporcionada por los ciudadanos una vez que se recogen los datos de la solicitud oficial.
“Reconocemos la disposición al diálogo y las propuestas realizadas. Sin embargo, nuestras principales preocupaciones siguen siendo. Por ejemplo, la recopilación de datos sobre la salud, que es información delicada. La ley de protección de datos personales exige una ley que permita explícitamente la recopilación y el tratamiento de esos datos, pero en el caso de Cuidar, esta ley no existe. Esos datos también podrían reunirse con fines estadísticos o científicos, siempre que no se pueda identificar a sus titulares. Sin embargo, la identificación es una condición necesaria para poder utilizar la aplicación”, dijo a este diario la Directora Ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, Mariela Belski.
El 10 de septiembre, Beslki se reunió con funcionarios del Ministerio de Innovación Pública bajo la autoridad del Jefe de Gabinete de Santiago Cafiero en la Casa Rosada. Allí le trajeron un informe con objeciones a la gestión del App Cuidar. Los representantes del gobierno acogieron con satisfacción las propuestas de Amnistía Internacional y se comprometieron a hacer correcciones para que el sistema que Alberto Fernández tenía en cuarentena fuera más transparente para agilizar los permisos de circulación de los trabajadores con derecho a permiso.
Pero 13 días después de esta reunión en el gobierno, Belski dijo: “Durante varios meses hemos estado monitoreando la aplicación Cuidar y los problemas potenciales que plantea en términos de derechos humanos. Por eso enviamos un informe al gobierno con nuestras preocupaciones, y el 10 de septiembre nos reunimos con el equipo técnico responsable de la aplicación, pero las preocupaciones permanecen”.
Otro punto planteado por el Director Ejecutivo de Amnistía Internacional en Argentina es la preocupación por la falta de transparencia sobre lo que sucede con los datos.
“Esto es importante para asegurar que no se creen archivos o bases de datos que puedan revelar información sensible sobre la salud. Si bien reconocemos que el gobierno ha publicado el código fuente de la aplicación, todavía no se conoce el código de fondo o las medidas de seguridad alternativas que permitirían a una auditoría externa analizar cómo se almacenan y procesan los datos”, dijo Belski.
Estrictamente hablando, las autoridades de Amnistía Argentina no estaban satisfechas con la respuesta del gobierno porque creen que debe garantizarse algún tipo de control externo e independiente sobre la forma en que se almacenan y procesan los datos sensibles recogidos por la aplicación.
Una de las propuestas que Belski hizo al gobierno para hacer el sistema más transparente fue la idea de publicar el código del backend, porque con este código se puede saber cómo se almacenan y manejan los datos en los servidores. Según Amnistía, debería ser posible llevar a cabo una auditoría, un control externo e independiente. Sin embargo, hasta ahora no han recibido una respuesta a esta demanda.
“Aunque en principio creemos que es bueno que exista una aplicación u otros sistemas digitales para facilitar el acceso a la salud y la autorización de viaje durante el período de la pandemia, el requisito de que las personas tengan ciertos documentos, tecnología y conectividad para los derechos de acceso socava el derecho a la igualdad y a la no discriminación”, dijo Belski.
