Marina Picasso, nieta del artista, confirmó que planea vender «La Californie», la casa-estudio que su abuelo tenía en Cannes y compartió con Jacqueline Roque y más de 100 obras del genio.
«Forma parte de mis planes. (…) Para mí será una manera de pasar página a una historia bastante dolorosa. Y cuando se quieren hacer grandes cosas en el sector humanitario, es necesario reunir muchos fondos», asegura en una entrevista concedida al diario Nice-Matin.
El diario estadounidense New York Post había adelantado a principios de enero la salida al mercado de esa villa, por la que, según Nice-Matin, Marina habría recibido ya una oferta de 150 millones de euros.
«No es una casa en la que guarde buenos recuerdos. Vi a mi abuelo muy poco. (…) Echando la vista atrás, entiendo que pudiera verse cautivado por la pintura y que ninguna otra cosa tuviera importancia, pero cuando eres pequeño no lo ves así», indica la nieta del artista. (En la foto que ilustra esta nota puede verse a Picasso en La Californie dando clases de pintura a sus nietos)
Marina Picasso contempla además, según el diario local francés, vender 126 cerámicas realizadas por su abuelo, por las que la casa de subastas Sotheby’s confiaría en recaudar entre 6 y 8 millones de euros.
«Vendo, pero hacerlo es también una manera de compartir, para utilizar ese dinero de forma interesante. En Francia, exclusivamente en beneficio de personas mayores y adolescentes», indica la nieta del pintor, madre de cinco hijos, tres de ellos adoptados.