La capital del país es la mejor ubicada de la región y está en el puesto 29 a nivel global en un ránking que mide seguridad personal, infraestructura, sanitaria y digital.
Buenos Aires fue elegida la ciudad más segura de Latinoamérica, según el informe Safe Cities Index 2017 elaborado por la revista británica The Economist, en una lista que encabezan Tokio, Singapur y Osaka.
La ciudad aparece en el puesto 29 sobre 60 relevadas por el trabajo en un ránking confeccionado en base a 49 indicadores repartidos en cuatro categorías: la seguridad personal (crimen, violencia, conflictos militares y terrorismo, entre otros), el nivel de infraestructura (transporte, siniestro viales, calidad edilicia, entre otros), las prestaciones de salud (medioambiente, acceso a prestaciones de salud, calidad del agua, entre otros) y la seguridad digital (acceso a internet y medios digitales sin riesgo de ser víctima de algún ciberdelito).
“En 2017, solo una ciudad en el mundo en desarrollo irrumpe en la mitad superior del índice, Buenos Aires, que se coloca 29 entre dos ciudades de Oriente Medio: Abu Dhabi (28) y Doha (30)”, indica el informe.
En el desagregado por indicadores, la capital argentina está ubicada en el puesto 23 en seguridad digital, 20 en salud, 24 en infraestructura y 42 en cuanto a seguridad personal.
Las ciudades europeas y del este asiático están en el tope de la lista de ciudades más seguras. Entre las primeras diez, cuatro son del este asiático (Tokio, Singapur, Osaka y Hong Kong) y tres son del viejo continente (Amsterdam, Estocolmo y Zurich). El resto del top ten son Toronto (4), Melbourne (5) y Sidney (7).
Por el contrario, en la parte baja del ránking están ubicadas Daca (Bangladés), Rangún (Birmania), Karachi (Pakistán).
En América Latina, debajo de Buenos Aires se encuentran Santiago de Chile (puesto 35), Río de Janeiro (37), San Pablo (38), ciudad de México (39), Lima (44), Quito (53) y Caracas (54).
En la mayoría de las ciudades la seguridad está disminuyendo en lugar de incrementarse con dos excepciones (Madrid y Seúl). “En partes del mundo desarrollado, particularmente Europa, una serie de ataques terroristas afectó la seguridad personal. Al mismo tiempo, los gobiernos en el mundo en desarrollo todavía luchan para mantener el ritmo de la rápida expansión de sus poblaciones en infraestructura, servicios de salud y aplicación de la ley”, manifiesta The Economist.
«La seguridad sigue estando estrechamente vinculada a la riqueza, pero las puntuaciones de las ciudades de altos ingresos están disminuyendo mientras que las ciudades de las economías desarrolladas dominan la mitad superior del índice», concluye el trabajo.