Paraguay nos acusa de forzar Yacyretá para evitar cortes

El miércoles 18 de marzo los motores de la central hidroeléctrica fueron utilizados por encima de la potencia máxima recomendada. Técnicos se negaron a sostener ese nivel.

Las 16 turbinas de Yacyretá, la usina ubicada en los saltos del río Paraná, que es compartida por Argentina y Paraguay, tienen una potencia máxima recomendada de 135 megavatios. Sin embargo, el pasado miércoles a las 15.40 estaban operando con una potencia de entre 143 y 155 megavatios.

Funcionarios del gobierno paraguayo aseguraron que esa irregularidad se debe a los pedidos de Argentina, cuya producción de energía eléctrica no llega a cubrir la totalidad de la demanda en los días de mayor consumo. De hecho, se registraron cortes de luz en distintos barrios de Buenos Aires y de sus alrededores.

El subjefe técnico de la central hidroeléctrica, Gabino Fernández, se negó a sostener ese nivel de generación durante mucho tiempo y, según informa ABC, lo redujo al límite permitido. El pedido de aumentar la potencia con el que insistió la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (Cammesa), de Argentina, no fue escuchado.

Técnicos de Yacyretá consultados por el periódico paraguayo aseguran que las turbinas vienen sufriendo desperfectos técnicos hace algún tiempo, precisamente como consecuencia de la sobreexigencia a la que son sometidas.

«Hay máquinas que están produciendo con más de 150 megavatios y sólo se permite la operación en ese rango en casos de emergencia y por no más de 2 a 3 horas. Sin embargo, acá se han utilizado las máquinas infinitamente, hasta que se rompieran. Ni siquiera el mantenimiento que debía ser calendarizado se cumplió», denunció el dirigente sindical de la planta Florentín Gómez del Puerto.

«Nosotros tenemos pruebas fotográficas de rejas de protección que estaban atascadas porque se abrieron después de 20 años para su mantenimiento. Esa es la realidad», agregó.

Las disputas entre Paraguay y Argentina por el uso de Yacyretá no son nuevas. En febrero de este año, las autoridades paraguayas denunciaron que el gobierno argentino vendía ilegalmente a Brasil energía generada por la usina.