Peñarol: 98 años de un sueño que recién comienza

Informe EspecialHace 98 años nacía un club que llegaría a los lugares más altos del deporte nacional de la mano de la práctica del básquet. Pero que siempre seguirá siendo «Un club de Locos».

 

Peñarol nació en 1922 cuando un grupo de vecinos decidió crear una entidad para realizar reuniones vecinales, actividades sociales y deportivas, entre otras. Le pusieron el nombre del Club Atlético Peñarol de Montevideo, luego de una gira que el club uruguayo realizó en ese mismo año por Argentina.

Poco a poco el club fue creciendo hasta transformarse en una de las instituciones más importantes de Mar del Plata. Con respecto a los colores, diecisiete de los treinta y tres presentes estuvieron de acuerdo en que los futuros colores de la entidad fueran el azul y blanco en franjas finas y verticales. A eso se debe el apodo de milrayitas.

La sede del club

El club fue fundado para actividades sociales y para fomentar un deporte que en la época iba tomando popularidad, el fútbol.​ El primer título del club logrado fue en 1927, cuando venció en la Liga Marplatense de Fútbol.

En lo edilicio, el club no poseía sede fija, constantemente iban cambiando de sedes las actividades sociales, mientras que las canchas de fútbol pasaron de estar en Santiago del Estero, Santa Fe, Rawson y Alberti a Santiago del Estero, Santa Fe, Rawson y Garay, luego a Santiago del Estero y Castelli y luego a Santiago del Estero al 2800. Más tarde se adquiriría donde se encuentra la actual sede, en Garay 2524.

Para fines de los años ’40, Juan J. García propone agregar la práctica del básquet a la institución, y es así como el club comienza con dicho deporte en la rama femenina. En la rama masculina el deporte comenzaría años más tarde, atrasado en parte por los buenos resultados en fútbol, como el campeonato de 1949. En 1951 se afilia a la Asociación Marplatense de Básquetbol. En 1979 obtiene su primer título en este deporte.

Básquet a nivel nacional

Si bien era una institución barrial, el gran salto a la popularidad lo dio en 1985 al decidir participar en la Liga Nacional de Básquet. Comenzó participando en la Primera Nacional «B», segunda división, en 1985, donde logró salvar la categoría. Al año siguiente, el milrayitas accedió a la última fase, el hexagonal final, donde quedó cuarto y no logró ascender.

Primeros pasos en la LNB con Zachary Cooper como símbolo

Un año más tarde logró el ascenso a la primera división, al finalizar segundo en el hexagonal final, y desde entonces se mantiene en la competición.

En su primera temporada en la Liga Nacional, Peñarol finalizó décimo segundo de dieciséis participantes, logrando mantener la categoría. El club se mantuvo en ese puesto y fue escalando posiciones, teniendo un pico en la temporada 1991-92, llegando al séptimo puesto.

Su primer título

Tras seis temporadas en la máxima división, el club armó un equipo con Marcelo Richotti, Ariel Bernardini, Esteban De la Fuente, Diego Maggi, Marcelo Vildoza, Carlos Simoni, Gustavo Nóbile, Guillermo Roldán, Martín Fernández, Wallace Bryant, Enrique Tabbia y Sam Ivy. Ed Horton, Lee Campbell, Ken Johnson, Willie Simms y Randy Henry participaron en algunos encuentros pero fueron cortados antes de que terminase la temporada. El director técnico fue Néstor García.

En esa temporada logró el título con solidez, mandando en las posiciones en buena parte del año y arrasando en play-offs. En las finales enfrentó a Independiente de General Pico, a quien derrotó 4-1. Cabe destacar que en esta temporada el equipo logró el récord aún vigente de 17 partidos invicto. Finalizó con 41 partidos ganados sobre 57, un 71% de eficacia.

El primer título llegó de la mano del «Che» García»

Ese título le permitió participar en sus primeros certámenes internacionales, el Campeonato Sudamericano de 1995 en Bucaramanga, Colombia, donde finalizó tercero, y el Campeonato Panamericano de 1995 en Brasil, donde finalizó segundo. Durante la temporada 1994-95, el equipo concluyó séptimo tras ser eliminado por Atenas de Córdoba.

Después de este corto periodo llegaron tres campañas en la lucha por la permanencia y con graves problemas económicos, de hecho, arañó el descenso a finales de la temporada 2003-04, salvándose a fines de la misma.

Tras varios años de inestabilidad deportiva comenzó una etapa de ordenamiento interno en la que al menos pudo dejar atrás el fantasma del descenso y la desaparición. Hasta que, de la noche a la mañana, Peñarol comenzó a transitar una gloria permanente que lo convirtió por una década en el club más importante de la Argentina.

La temporada 2006-07 comenzó con el armado de un plantel con muchas figuras de renombre, tales como Gabriel Mikulas, Jason Osborne, Joshua Pittman y Pablo Sebastián Rodríguez, entre otros, y se postuló como fuerte candidato al título nacional al finalizar subcampeón en la quinta edición de la Copa Argentina, siendo derrotado por Boca Juniors.

Campeón de la Liga de las Américas (2008)

Para la temporada siguiente, la 2007-08 el club contrata a quien sería uno de los entrenadores más determinantes en toda su historia, Sergio Santos Hernández. El «Oveja» venía de ser técnico de Boca Juniors, donde había ganado cuatro títulos, y además había logrado dos títulos en Estudiantes de Olavarría, lo cual lo convertía en un técnico codiciado.

Con la temporada regular en la liga ya comenzada, en 2008 el club participa nuevamente en un certamen internacional, esta vez, la Liga de las Américas, una nueva competencia que reunía a dieciséis equipos del continente americano organizada por FIBA Américas.24​ A pesar de que su participación fue puesta en duda alegando problemas monetarios, el club no solo participó, sino que se consagró campeón.

-Siguen los éxitos-

Tras renovar contrato con Sergio Hernández y reforzarse con Leonardo Gutiérrez, Sebastián Rodríguez, el extranjero Brian Woodward, Martín Leiva y Raymundo Legaria, el milrayitas arrancó la temporada con la Copa Argentina ante Ciclista Juninense en Mardel. Accedió al cuadrangular final tras ser primero del grupo pero en Trelew no logró buenos resultados y terminó tercero por diferencia de tantos.

Peñarol concluyó la primera fase de la Liga Nacional 2009-10 puntero de la zona sur con 24 puntos producto de 10 partidos ganados y 4 perdidos, y de esta forma se quedó con el primer cupo del Torneo Súper 8 que se disputó ese año en Mar del Plata. En la final se enfrentó a Atenas, mismo rival que una temporada atrás lo había derrotado en la final de la Liga Nacional de Básquet y que buscaba su primer título de Torneo Súper 8. Peñarol venció 74 a 67 en el Polideportivo Islas Malvinas y consiguió el primer título del año y primer título de Súper 8.

La Liga de las Américas (2010) lo vio consagrarse en la ciudad

El 22 de enero de 2010 debutó en Panamá por la Liga de las Américas, y con ningún partido perdido se clasificó al «Final Four» que se disputó del 4 al 6 de febrero.

Peñarol logró ser sede del evento final y, en Mar del Plata, se impuso ante todos los rivales y se alzó con su segundo título de la temporada y segundo título de Liga de las Américas.

Finalizando la segunda fase de la Liga Nacional, Peñarol consolidó su juego, terminando puntero con 65 puntos, 23 partidos ganados y 7 perdidos.

Además de quedarse con el  Torneo InterLigas, accedió a cuartos de final de manera directa, donde esperó al vencedor de La Unión de Formosa y Lanús. Finalmente enfrentó al equipo bonaerense y lo venció en tres juegos 69-60, 82-61 y 81-79.

Luego en semifinales venció a Boca Juniors 3-0, (100-83, 71-62 y 95-75) para llegar nuevamente a una final contra Atenas de Córdoba.

Peña comenzó ganando la serie 2 a 0 como local y como visitante se puso 3 a 1, y el quinto partido se jugó en el Polideportivo Islas Malvinas. Ese 25 de mayo Peñarol logró ser campeón de la Liga Nacional por segunda vez en su historia, luego de vencer a los cordobeses por 80 a 60 y con esto sumar el quinto título de la temporada.

 Bi-campeón al derrotar a Atenas 80-60 en Mar del Plata

Tras asegurar la continuidad de algunos jugadores como Marcos Mata, Martín Leiva, Tato Rodríguez, Leo Gutiérrez, Alejandro Reinick y Alejandro Diez y el juvenil Facundo Campazzo,​ el equipo encaró la temporada como vigente campeón del Súper 8, campeón nacional, del InterLigas y de América, una vara alta que el mismo equipo se había puesto. Más tarde se sumó Adrián Boccia, proveniente de la segunda división española.

El primer certamen en el que participó fue la Copa Argentina 2010, certamen que le había sido esquivo en todas las ediciones anteriores. Tras eliminar en octavos de final a Quilmes en tres juegos 85-74, 77-87 y 83-57 accedió al «Final Four» por quinta vez consecutiva. Ese cuadrangular se disputó en el Estadio Ciudad de Santiago del Estero y enfrentó al equipo local, al milrayitas, a Libertad de Sunchales y a La Unión de Formosa. A pesar de no ganar el último partido, cayó 92-90, Peñarol venció en la copa por diferencia de tantos y así logró el único trofeo que le faltaba ganar.

Más tarde en 2010, comenzó la temporada regular de la Liga Nacional, donde finalizó con un récord de 13 partidos ganados y 1 una derrota, sumando 27 puntos en la zona sur. Antes del Súper 8 comenzó a disputar una nueva edición de la Liga de las Américas. Compartió el Grupo A, jugado en Mardel, con Regatas Corrientes, Toros de Nuevo Laredo y Espartanos de Margarita. Comenzó con victoria ante el equipo de Margarita 102 a 74 y ante Toros 80 a 73 y así clasificó a la segunda fase del certamen. En el último partido de grupo cayó ante Regatas, sin embargo, ya estaba clasificado.

Otra vez Mar del Plata, otra vez Atenas y otra vez Peñarol ganador y tricampeón de la Liga

La Liga de las Américas continuó al año siguiente y Peñarol, que había caído en un pozo de rendimiento, no pudo retener el título ganado el año anterior.

Ya con la liga nacional como último torneo de la temporada, encaró los cuartos de final con el objetivo de lograr el único título que le quedaba por jugar. En semifinales se enfrentó a Libertad de Sunchales y tras vencer como local los dos primeros partidos, sorprendió en Sunchales al dar vuelta un partido que lo tuvo abajo en el primer tiempo 57 a 34, ganando el segundo 56 a 28 para terminar victorioso el partido 95 a 86 y clasificando por tercer año consecutivo a las finales.

Tras un gran partido en Sunchales, el equipo se preparó para reeditar la final de las dos últimas temporadas, del Súper 8 pasado, un enfrentamiento ya bastante repetido en instancias importantes, ante Atenas de Córdoba. Contando con ventaja de localía, el primer partido se jugó en el Poli de Mar del Plata, donde ante un estadio colmado, venció el conjunto local con una contundente actuación 95 a 64.​

El segundo también fue para el milrayitas, 82 a 66 y el tercero recién lo ganó el griego, 73 a 69 en Córdoba. El cuarto, también en Córdoba, fue para el elenco visitante, que claramente superó 86 a 59 al rival de turno para poder definir la serie como local. Y así fue, 89 a 83 ganó Peñarol y se proclamó campeón por tercera vez en la historia de la Liga Nacional.

-Siguen los triunfos y los campeonatos –

Ya en 2012 y para la segunda fase de la Liga Nacional, el equipo incorporó a Matías Ibarra y se fue el Chapu Nocioni quien había llegado para sacarse el gusto de jugar en el milrayitas durante el Súper 8.

Frente a Obras se consagró campeón por cuarta vez

Tras una gran etapa, se cayó en las últimas fechas y quedó segundo clasificando a cuartos de final de manera directa y también al InterLigas, por tercer año consecutivo. Tras ganar su grupo del torneo internacional, accedió a la final y en ella derrotó al Pinheiros de Brasil 88 a 75 y obtuvo el segundo título que disputó en la temporada.

En cuartos de final de la Liga Nacional se enfrentó a Weber Bahía Estudiantes. Peñarol ganó sus dos partidos como local, cayó como visitante en los otros dos restantes y definió como local la serie, ganando y accediendo a semifinales.

Allí empezó perdiendo el primer partido como local ante Libertad de Sunchales, luego ganó los tres restantes y accedió nuevamente a la final de la Liga Nacional, esta vez, por cuarta temporada consecutiva.

En dicha instancia se enfrentó a Obras Sanitarias, el mejor equipo de la fase regular, y por ello con ventaja de localía. El primer encuentro, jugado en el Estadio Obras Sanitarias, el milrayitas ganó 80 a 78 y el segundo también fue para el visitante, 89 a 76. En Mar del Plata, el tachero ganó el tercer juego 103 a 102, y Peñarol el cuarto 78 a 75.

Y un día Peñarol fue penta campeón y entró para siempre en la historia

La serie estaba 3 a 1 para el equipo de Sergio Hernández, que viajó a Buenos Aires donde cayó 86 a 84. Tras ponerse 2-3, Obras debió viajar a la feliz en busca de igualar la serie. Tras comenzar perdiendo el primer tiempo 33 a 31, Peñarol ganó el segundo período y con ello partido, 75 a 56 y fue nuevamente campeón.

Ya sin Hernández en el banco – fue reemplazado por Fernando Rivero- Peñarol lograría en 2014 la hazaña de consagrarse penta campeón de la Liga nacional de Básquetbol.

Los cuartos de final de aquel torneo tuvieron un enfrentamiento atípico: el clásico se disputó por primera vez en esta instancia.

Quilmes, que venía de ascender en la temporada pasada, accedió mediante la reclasificación, mientras que el milrayitas se encontraba como favorito a avanzar ya que fue segundo en la fase regular.

La serie se jugó en el Polideportivo, donde Quilmes ganó el primero y Peñarol los tres restantes, clasificando así a las semifinales y reafirmando su supremacía sobre la entidad de la Avda. Luro.

Domingo Robles y el «Oveja» Hernández compusieron la dupla mágica de la era de oro milrayitas

Tras esa serie, venció fácilmente a Boca Juniors y accedió a la final, donde se enfrentó al otro candidato a campeón, Regatas Corrientes.

La serie más esperada de la temporada comenzó con dos juegos en el «José Jorge Contte» de Corrientes, donde el local ganó el primero, y el visitante el segundo. En Mardel, Peñarol ganó los dos encuentros y la serie viajó a Corrientes 3 a 1 para el milrayitas. Allí como se esperaba, Regatas ganó y descontó.

Estaba todo preparado para que «Peña» gane ante su gente y se consagre campeón.  Y así fue, venció 88 a 73 con 33 puntos de Facundo Campazzo, que además fue considerado el MVP de la final. El club de la calle Garay, el «club de locos» como le gusta llamarlo a su gente, se convertía en penta campeón de la Liga nacional de Básuqtbol y entraba en la historia grande del deporte.

A partir de entonces, y pese al un retorno de Sergio Hernández a la conducción del equipo superior, los resultados no acompañaron al club y comenzó una etapa de transición que aún no ha concluido.

Pero siempre acompañado por una hinchada denominada «La N°6» que es de las más numerosas a nivel nacional y continental en el básquet y se caracteriza por ser de las más populares y convocantes a lo largo de la Liga, Peñarol tiene el apoyo y la pasión necesarias como sostén para levantarse y seguir adelante con el sueño de sus fundadores y de los integrantes de la actual Comisión Directiva que, encabezados por su presidente Domingo Robles, siguen soñando con consolidar a la institución como una de las más prestigiosas del país.

La «Nro.6» siempre estuvo y siempre estará donde su equipo la convoque

Esa hinchada que debe el nombre a la puerta de ingreso del Polideportivo que tiene asignada, aunque la leyenda habla de un partido por la temporada 99/00′ en el que llevo alrededor de 700 hinchas a la Bombonerita para un partido de los play-offs sorprendiendo a concurrentes y periodistas  de tal manera que  el Diario Olé la califico como «jugador Número 6» ya que gracias a ese acompañamiento lograron revertir la serie y clasificar a semifinales, sigue presente en cada lugar en el que juega su equipo y convencida de que los triunfos volverán a aparecer en cualquier momento.

Y será fiel testigo de la pasión de un club que nunca renegó de su condición de institución de barrio, aunque en sus logros deportivos haya encontrado una proyección nacional e internacional que lo convirtió en uno de los más conocidos de la Argentina dentro y fuera del país. Lo que otro buscan con la fuerza de los billetes Peñarol lo consiguió al conjuro de sus convicciones y de sus sueños hechos realidad con talento y coraje deportivo e institucional.

Pero no todo es deporte -a la gloria del básquet debe agregarse una tan añeja como prestigiosa trayectoria en el fútbol marplatense- sino también la búsqueda del crecimiento del club en beneficio de sus socios y cumplimiento de etapas fijadas en el proyecto de un Peñarol integral.

El microestadio Domingo Robles, construido e inaugurado con el nombre de Américo Gutiérrez, es el estadio localizado en la sede social del club y utilizado para prácticas y partidos de divisiones inferiores. En el 2011 comenzó a remodelarse el recinto desde cero, cambiando el suelo, construyendo vestuarios y colocándole nuevo suelo, dos tableros para una cancha grande y cuatro colocados transversalmente para dos canchas de mini básquet.​

La inauguración del microestadio «Domingo Robles» fue un hito de la vida social de Peñarol

La remodelación también consto de rotar la cancha noventa grados, haciéndola paralela a la calle Garay, además se cambió por completo el techo, construyendo uno más alto.

La sede social, ubicada en Garay al 2500, cuenta con una sala de conferencias, un gimnasio auxiliar para practicar básquet, un gimnasio de aparatos y oficinas del club, además de un bar ubicado en la planta baja.

Además cuenta con un predio ubicado en las afueras de la ciudad destinada al uso recreativo de los socios al aire libre y además posee una cancha de fútbol.

Mucho recorrido de este club  fundado un 7 de noviembre de 1922, hace hoy 98 años, y que seguramente dará todavía que hablar en los años venideros. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que un grupo de personas decidió crear una entidad para realizar reuniones vecinales, actividades sociales y deportivas y extrañamente le pusieron el nombre del Club Atlético Peñarol  a sugerencia de uno de los socios que era uruguayo.

Poco apoco el club fue creciendo hasta transformarse en una de las instituciones más importantes de una Mar del Plata que hoy lo agasaja y lo honra por tantas alegrías y éxitos que ha sabido darle a la historia lugareña.

¡¡¡Felicidades Peñarol…y vamos por el centenario!!!.