PERIODISMO A LA HOGUERA

No son solo las amenazas de personajes menores como Dady Brieva y Mempo Giardinelli o la persecución que un juez K hace del periodista Daniel Santoro. Es la historia reciente la que nos alarma y avisa.

Dos personajes marginales que utilizan la notoriedad que les brinda su profesión, en la que ambos pueden considerarse exitosos, piden una CONADEP del periodismo que investigue el trabajo de la prensa en estos años; un candidato a presidente, que casualmente construyó su vigencia operando desde los medios en tiempos no tan lejanos en los que denostaba y descalificaba a su actual jefa política, que insinúa que semejante disparate puede ser posible durante su mandato, al mismo tiempo que insiste en que los jueces «deberán rendir cuentas» y un magistrado de Dolores, Alejo Ramos Padilla que pretende el procesamiento, embargo y hasta prisión preventiva del periodista Daniel Santoro por haber tenido como fuente al presunto extorsionador Marcelo D’Alessio quien mantuvo relaciones estrechas con muchos otros periodistas y fue consultado públicamente en programas de radio y televisión Sin embargo es Santoro el único acusado de espionaje ilegal, extorsión, coerción y ser miembro de una asociación ilícita por el solo hecho de haberlo tenido a D’Alessio como fuente.

Mientras Cristina ensaya una vez más el papel pre electoral de la bondad y la autocrítica el mensaje es sin embargo imposible de soslayar: nada ha cambiado desde los tiempos del poder utilizado hasta el universo del autoritarismo.

Solo un tonto o un mal intencionado podrían ignorar que desde el kirchnerismo se está enviando un mensaje «aleccionador» a la prensa. Quien no se someta a los designios del posible poder cristinista estará sujeto a la persecución, la difamación y hasta la cárcel, y esta vez la tarea se completará sin tener en cuenta remilgos ni opiniones ajenas.

Lo que antes se consiguió con los dineros públicos -coptar medios para empresarios amigos que los adquirían con publicidad oficial y que además los vaciaron llevándose las fáciles ganancias hacia otros negocios particulares dejando tras de sí un tendal de desocupados y deudas de las que nadie se hizo cargo- ahora se hará desde el miedo, la amenaza y la persecución legal. Las amenazas a la justicia suponen la garantía de magistrados afines a los que en otros tiempos se manejó con carpetazos y/o sobornos.

Esta es la Argentina que viene, idéntica a la que la mayoría de los argentinos suponía que se había ido para siempre.

Mauricio Macri y su esfuerzo para mantener viva a Cristina, ésta y su insistencia en mantener el relato y la ficción del cambio, los políticos de uno y otro lado empecinados en buscar siempre la conveniencia por encima de la verdad y una economía desastrosa hicieron que cuestiones como la república, la libertad de expresión y las instituciones pasaran a un segundo plano.

Y por supuesto los argentinos…siempre los argentinos. Tan dispuestos a ceder dignidad a cambio de fútbol gratis, vida fácil o sueños de grandeza.

Hasta que se logre la «tranquilidad» de acallar al periodismo que se atreve a denunciar vicios y corruptelas…y todos felices.