Un proyecto de la concejal María Angélica González impulsa la creación de un registro de prestadores del servicio que incluirá no solo a Uber, sino a todas las aplicaciones, con exigencias similares a las de los taxis y remises.
Será bueno el debate…ahora que sabemos que la diversidad de opiniones ya está instalada entre los propios interesados y que no todos tienen la misma mirada sobre el problema real que para la ciudad representa la insuficiente oferta de taxis y remises necesarios para cubrir la demanda.
Una consulta recientemente realizada por patrones y peones de taxis dio como resultado una fuerte negativa a la instalación de GPS en las unidades y al cumplimiento de turnos obligatorios.
Sin embargo desde la poderosa SUPETAX, Sindicato Unico de Peones de Taxi Mar del Plata que orienta como Secretario General Donato Cirone y nuclea a la mayoría de los trabajadores del volante, se descalificó la votación, los resultados y sobre todo la representatividad de quienes habían participado.
Y no fue un trascendido…quien así obró fue nada menos que Danny Cirone, hermano y mano derecha del mandamás. El hombre no dudó en denunciar que «muchos taxis están guardados» y no salen a trabajar.
Frente a esta controversia el proyecto de González pretende al menos abrir un debate en el que seguramente los involucrados deberán concurrir al Concejo a fijar sus posiciones. Y responder las preguntas que se hace la gente: ¿qué pasa con los taxis?, ¿qué alternativa tiene el usuario frente a la voluntad de muchos choferes y patrones de abandonar la actividad?, ¿debe liberarse el otorgamiento de nuevas licencias?, ¿habilitarse las tan vapuleadas plataformas como UBER y sus similares?, ¿desregular el servicio, con los riesgos que ello puede acarrear a la seguridad de los pasajeros?.
Una discusión que ya es tiempo de tener y a la que no hay que temer. Si todos aportan datos serios y no volvemos a las andadas con las eternas ventajitas corporativas -que terminan colocando al vecino en una condición de rehén de debates que ni siquiera tienen en cuenta su interés- podemos estar ante la posibilidad de tomar decisiones que por fin atiendan las necesidades de la gente y no solamente de quienes viven del negocio. Y que hoy, por las razones atendibles que fuesen, lo están dejando de lado e incumpliendo con lo que es un servicio público fundamental.
Esperemos que, por una vez, no se tape la discusión con gritos y descalificaciones para que todo siga igual…
