Policía de Nueva York protesta trabajando menos

Realiza una huelga de brazos caídos encubierta que ha reducido de forma drástica los arrestos y denuncias en las calles.

Nueva York es la más segura de todas las grandes ciudades de Estados Unidos, según los datos de criminalidad de 2014 conocidos este lunes, un éxito que su alcalde, Bill de Blasio, atribuye a los 35.000 agentes que la patrullan, “el mejor departamento de policía del mundo”. Sin embargo, nada parece aplacar la ira de los sindicatos policiales, que mantienen una guerra sin cuartel contra el regidor. Esta vez no se trata de darle la espalda en público, como ha sucedido en los funerales por los dos agentes asesinados en diciembre en Brooklyn, sino de algo más grave: una huelga de brazos caídos encubierta que ha reducido de forma drástica los arrestos y denuncias en las calles.

Al mismo tiempo que el alcalde y su jefe de policía, William Bratton, hacían públicos unos datos históricos de reducción de los homicidios y la criminalidad, trascendió que las detenciones y las denuncias por delitos se habían desplomado en los 77 precintos policiales de Nueva York por segunda semana consecutiva, un fenómeno que se inició justo después del asesinato de los dos agentes.

En la semana que finalizó el pasado domingo, de forma similar a lo sucedido en la anterior, los agentes hicieron 2.401 arrestos en toda la ciudad frente a los 5.448 en el mismo periodo del año anterior (una reducción del 56%). Las citaciones por delitos fueron 347 en toda la ciudad, una cifra muy alejada de las 4.077 de hace doce meses. Las multas por mal estacionamiento y otras infracciones de tráfico también han caído el 90%, según los datos estadísticos del departamento de policía. El Ayuntamiento recauda 10,5 millones de dólares semanales en multas. De seguir en la misma actitud, los agentes podrían infringir un severo daño a las arcas municipales.

Los sindicatos niegan que se trate de una acción concertada, una afirmación a la que nadie da crédito. “La gente habla entre sí”, dijo Edward D. Mullins, presidente del sindicato de sargentos, que recomendó a sus afiliados extremar su seguridad aunque fuera en perjuicio de su actividad en la calle. “Todas las llamadas al 911 se están respondieron”, añadió. Durante la primera semana de caída de la actividad policial, la delincuencia se redujo, según los datos estadísticos del departamento, pero hubo un cierto repunte en la segunda semana, la que concluyó el pasado domingo.

La huelga de celo encubierta es, además de una acción contra alcalde, un desafío para el jefe de policía, que ha tratado de tender puentes entre los oficiales y el regidor. De seguir la misma tendencia, Bratton vería cuestionada su autoridad, sobre todo después de que sus llamadas a no utilizar los funerales de los agentes muertos como plataformas de protesta contra De Blasio fueron desoídas por buena parte de los agentes.

“No creo que un par de días aberrantes puedan compararse con todo un año de éxito”, señaló De Blasio al respecto. Bratton no ocultó su preocupación, aunque se resistió a sacar conclusiones: “Estamos analizando lo que ha sucedido. He de decir, en cualquier caso, que el pasado mes ha sido muy atípico, con muchas manifestaciones y la tragedia de nuestros agentes asesinados. Creo que son hechos que han impactado en la actividad diaria de los agentes. Pero sin duda estamos muy pendientes de este asunto”.

De nuevo la actitud de los sindicatos policiales vino a ensombrecer un día que el alcalde intentó convertir en motivo de orgullo para el cuerpo y, por lo tanto, en bálsamo reparador de la tensión reinante. De Blasio, rodeado de la cúpula policial, presentó unos datos de reducción de la criminalidad históricos. En 2014, Nueva York padeció 332 homicidios, la cifra más baja desde que se tienen registros (1993). El peor año, con 2.245 muertos, fue 1990. Desde entonces, las víctimas se han ido reduciendo de forma sostenida, sobre todo durante las Administraciones de Rudy Giuliani y Michael Bloomberg en las dos últimas décadas.

El índice general de criminalidad (incluye los principales delitos: homicidios, violaciones, robos, robos con fuerza, sustracción de vehículos o asaltos en viviendas) se redujo en 2014 un 4,6% con respecto al año anterior. Las detenciones por poseer pequeñas cantidades de marihuana se han reducido un 10%, al igual que las quejas contra la policía (un 11%).