POLICÍA: UN CONFLICTO MARCADO POR LA IMPRUDENCIA

El gobierno provincial tira de la cuerda en el conflicto policial y pone a la sociedad ante el riesgo de una escalada. Resuelto el aumento, ¿para qué jugar al «patrón» dilatando el anuncio?.

El Jefe de Gabinete Carlos Bianco en conferencia de prensa sostuvo que el anuncio del aumento salarial al personal policial en conflicto será mañana.

«A lo largo del día de hoy, el gobernador «afinará los detalles finales de la suba salarial y mañana a la mañana estará el decreto y hará el anuncio público», lanzó en declaraciones radiales la ministra de Gobierno Teresa García.

El ministro de Seguridad Sergio Berni brilló por su ausencia en las reuniones realizadas en sus oficianas de Puente 12 entre funcionarios de segunda línea de su repartición y los voceros policiales, pese a la insistencia del personal movilizado de que se hiciese presente, escuchara las demandas y tomara las decisiones que fuesen menester.

Quien se enterara de la situación por medio de estos tres hechos no dudaría en pensar que estamos ante un conflicto menor, organizado por un pequeño grupo sin representatividad alguna y que por ello el gobierno puede tomarse todo el tiempo necesario y, de alguna manera, hasta minimizar la cuestión.

Y esto dista mucho de ser así…

A lo largo de toda la provincia de Buenos Aires comienza a crecer la protesta y la presión dentro de la fuerza, en la que como en toda otra organización hay moderados y beligerantes. amenaza por momentos con salirse de sus cauces. ¿Porqué arriesgar entonces y no poner fin rápidamente al descontento?.

Gobernar no supone un combate constante con un enemigo inasible. Si la política no sirve para sembrar cotidianeidad y equilibrio, no sirve para nada. Muchas veces el gobernante sabio debe recurrir a miradas diferentes, actitudes excepcionales y hasta a la siempre incómoda situación de ceder ahora para avanzar después. ¿Cuándo entenderemos que la democracia no exige épica sino convivencia?.

La sociedad mira y vuelve a suponer que quienes la dirigen no entienden de que se trata. Escapa a su comprensión que un conflicto que viene desde mediados de 2019, que involucra a 100.000 trabajadores a los que se les pide que arriesguen la vida por salarios miserables y que además son arrastrados una y otra vez por los cambios de políticas de seguridad que no dejan de sucederse en Buenos Aires, sea tratado con los viejos y gastados parámetros del «yo no negocios bajo presión», «ratifico a mis funcionarios aunque nos hayan hecho llegar hasta aquí», «ya resolví lo que les voy a ofrecer pero que esperen hasta mañana»  o simplemente…«yo la tengo más larga».

¿Cómo se puede perder de esa manera el contacto con la realidad?.

Cuidado, prudencia…y un poco de inteligencia.