Temen en Mar del Plata los disturbios del Gran Buenos Aires

En medio de amenazas a funcionarios y la interna en la Bonaerense, se desató una barbarie en Ituzaingó. Se esperan nuevos brotes y Mar del Plata está en la mira de Vidal.

El disparador y las sospechas sobre el intendente Descalzo, a quien se sindica como la mano detrás de un conflicto tan violento como absurdo, terminaron de convencer a la gobernadora acerca de un plan organizado para desestabilizar a su gobierno.

Algunas hipótesis marcan una fuerte interna entre el intendente Alberto Descalzo y Cristian Ritondo (Ministro de Seguridad de la Provincia) que dejó en evidencia la puja política en la provincia por el control social. Pero otras fuentes del gobierno bonaerense sostenían por lo bajo que lo ocurrido en el distrito del Gran Buenos Aires responde a un plan del que no es ajeno el propio Ritondo y que tiene que ver con brotes de violencia en diferentes puntos de la provincia.

 

Se intentó armar una “pueblada”, dijo una fuente cercana al Ministerio de Seguridad con respecto a los acontecimientos de Ituzaingó. «Y los próximos escenarios son Quilmes, Avellaneda, La Plata y Mar del Plata» sostuvo.

Sea como fuese ya nadie duda acerca de un plan sistemáticamente armado de desestabilización, en el que personajes como Esteche, D’Elía y hasta el propio Espinoza juegan conciente o inconcientemente para los sectores más ultramontanos del kirchnerismo que buscan en el caos la posibilidad de negociar cuotas de la impunidad perdida.

Y encuentran en al feroz interna de La Bonaerense la «mano de obra» necesaria para la agitación y la creación de zonas liberadas que son copadas por los militantes para generar en forma inmediata una represión desmedida y las consecuencias consiguientes.

«Hay un conflicto en marcha en el puerto marplatense», dice la fuente del gobierno de Vidal, «y sabemos que en estos momentos hay gente de Quebracho instalada en la ciudad para organizar los disturbios».

En torno a María Eugenia Vidal existe la convicción que julio es el mes elegido por el peronismo «K» para intentar un estallido y en ese sentido instruyó a sus funcionarios para que están atentos y concurran en asistencia de aquellos intendentes que puedan tener problemas para afrontar el pago de aguinaldos o corran riesgo de ver interrumpidos servicios por falta de fondos.

Y sobre todo pidió prestar especial atención a los movimientos policiales, mientras acentúa la vigilancia de las acciones de la ex cúpula de la fuerza provincial y avanza rápidamente en lo que ya sus colaboradores llaman «un golpe de mano en la fuerza» que no iría más allá de la tercer semana del mes que comienza.

Y yendo más allá sostienen que el inminente reemplazo de la procuradora Falbo -cuyas oficinas fueron allanadas ayer por considerarla cómplice de la fuga del barrabrava Mayo y dependiente de Aníbal Fernández- será el puntapié inicial para una serie de acciones que terminarán con altos jerarcas de La Bonaerense , en retiro y también en actividad, y algún ex alto funcionario entre las rejas.

«En los próximos 45 días Vidal se juega el poder» dicen, y tal vez no exageren ni un ápice.