Raverta quiso construir un discurso fuera de la realidad

RedacciónLa titular de la ANSES trató vanamente de convertir en triunfo la aplastante derrota a la que condujo al Frente de Todos. Los 11 puntos entre provincia y ciudad la dejan con un pie afuera.

Miles de peronistas le cortaron boleta a la opción local encabezada por una Virginia Sívori a la que se le quitó protagonismo en la campaña y se la sometió al ominoso segundo plano en la derrota. ¿Puede decirse que fue la cabeza de lista la que recibió, una vez más, el rechazo del pueblo de General Pueyrredón?. De ninguna manera; Sívori deberá ahora resolver si quiere seguir construyendo una carrera política o sigue dependiendo de los caprichos de una conducción que terminará por depositar en el abismo a todos los que decidan seguirla.

Mientras el Frente de Todos redondeó en la ciudad una elección en torno a los 28 puntos, Victoria Tolosa Paz consiguió más de 10 puntos por arriba de ese guarismo. El mensaje es claro: Raverta está muy lejos de poder aportar a un triunfo de su espacio a nivel provincial. Antes bien, la pretensión de ser nuevamente candidata a intendente deberá ser revisada si es que la coalición que encabeza en Buenos Aires pretende recuperar la senda triunfal que hoy ha quedado atrás.

Por eso su discurso de esta noche se pareció más a un grito de auxilio dirigido a la militancia que una mirada lúcida por lo que acababa de ser una nueva derrota, tal vez terminal.

La experiencia de un peronismo encapsulado, aferrado a principios ideológicos que poco y nada tiene que ver con aquellos que durante décadas supieron enamorar a la gente, no solo asegura la continuidad de las derrotas históricas en el distrito sino que anuncian una lenta pero irreversible decadencia que, insólitamente, para su actual y perdidosa conductora parece ser suficiente para colmar sus aspiraciones.

Tal vez el esfuerzo de Raverta sea sin embargo insuficiente: no podrá escapar al escrutinio de un peronismo convulsionado en el que además parece comenzar a quedarse sin apoyos. La caja y el poder que representan el ANSES es codiciada desde siempre por aquellos que quieren construir un futuro político. ¿Es creíble que hoy muchos de ellos no estén pensando que es el momento de correr a un costado a quien ha utilizado sus fondos tan solo para perder en su propio distrito?.

De hecho ya circula el nombre de un sindicalista, perteneciente al sector de los «Gordos», que sería el pronto heredero de la marplatense. Aunque en lo que todos los hombres cercanos al presidente coinciden es que el tiempo del ocaso de Fernanda ha llegado y que todo el poder que Alberto Fernández puso en sus manos -aún cuando Cristina la alejó de sus afectos más profundos- no fue administrado sabiamente ni sirvió para cambiar las cosas.

Siguiendo lo que pareció una muy meditada estrategia para asumir la derrota, la fallida líder del espacio repitió los sonsonetes de todo el kirchnerismo vencido a lo largo y lo ancho del país. La culpa es de la pandemia, de la herencia recibida y los derrotados son sin embargo vencedores. Negar la realidad y convertirla en consigna apareció como el único camino para no afrontar que la mayoría de los argentinos, y la apabullante mayoría de los marplatenses, le dieron la espalda al gobierno, a la mezquina voluntad de comprar votos con «platita en el bolsillo» y al uso indiscriminado de los fondos públicos para el intento desesperado y fallido de cambiar la historia.

Mañana, cuando la realidad alumbre la pérdida del Senado, de la supremacía en su par provincial y la debilidad en el Concejo Deliberante, el peronismo comenzará a contar las costillas de los líderes seccionales y la marplatense nada tendrá para mostrar.

Porque a la hora del arqueo…la sonrisa eterna y los discursos armados quedan en la columna del debe.