Santa Cruz: una provincia que le grita #Niunomás a los Kirchner

La lista de gobernadores e intendentes santacruceños eyectados de sus cargos por los golpes de Néstor, Cristina y ahora Máximo es tan inagotable como que solo se salva Peralta…por un tiempito.

Pasó lo que tantas veces advertimos: el kirchnerismo convalidó un nuevo autogolpe, obligando a un integrante de su propio partido a dejar el cargo y colocando en su lugar, a otro de mayor confianza.

En el 2001 pasó con Héctor Aburto, cuando Néstor lo sacó de un día para otro, no sin antes haberle propinado un cross de derecha, la noche anterior cuando el ex intendente quiso restregarle en la cara que a él lo había elegido la gente. Allí lo puso al presidente del HCD, Carlos Villafañe, que después saliera eyectado por el voto de la gente y sospechado de todo tipo de irregularidades administrativas como su antecesor, hecho que tampoco el Intendente Roquel (UCR) se preocupó en investigar.

Muchos años antes, Kirchner lo había hecho con el Gobernador De Val, pero en el 2006 NK autogolpeó a su mejor amigo y compañero, Sergio Acevedo y lo sacó mudo y sin explicación de la gobernación, posteriormente hizo lo propio con el Vicegobernador Carlos Sancho, a cargo de la provincia, y lo eyectó en el 2007 en pleno conflicto sindical, poniendo en su lugar a Daniel Peralta, a quien en dos oportunidad quisieron bajar y no pudieron, un poco por debilidad propia del kirchnerismo en ausencia de su gran mentor y otro poco por necesidad política, al punto que los obligó a buscar una nueva alianza para estas elecciones, con alguien a quien Cristina detesta.

Máximo Kirchner, nació, creció y se formó (si es que en algo está formado) en un hogar de “golpeadores”, no ya por al violencia hogareña, sino política. Es decir, como buen aprendiz de sus padres, hoy Máximo realizó su primer gran acto destitutivo: hablaba de lo bueno que es el FPV/La Cámpora en una radio, mientras en la municipalidad renunciaba su intendente y parte del gabinete.

Es el mismo Máximo que se larga como candidato a diputado nacional, en una provincia que sufre casi 25 años del kirchnerismo más puro, sin industrias, sin regalías, con las riquezas naturales regaladas al mejor postor, con el 65% de la población viviendo directa o indirectamente del Estado, con un enorme déficit mensual que debe ser compensado por la nación y con un candidato que, antes de dar el primer paso en la campaña, abonó la caída de su propio intendente, para dejarle el camino libre al FPV, de cara a las elecciones de octubre de este año.

En próxima nota, vamos analizar lo que viene por delante, ya que este final significa un comienzo, pero la forma en que se convalidó el final, tiene una historia negra que formula lo peor de la política y lo que viene está sustentado en esas trampas, las confabulaciones con la oposición que en Santa Cruz no existe y un Radicalismo cómplice en esta estructura de poder, donde los malos no están solos y los que parecen buenos, padecen de los mismos males y mañas, solo que están agazapados.

Si el FPV cree que ésta es una solución a los problemas políticos que tiene en la provincia, vuelven a errar el cálculo y Pablo Grasso, envalentonado por esta saga, le pone el cuerpo a su cajón de Herminio.

El golpe está dado. En su camino queda el SOEM, sindicato que el kirchnerismo usó indirectamente para lograr el caos. ¿Cómo lo hizo?, sencillamente cerrándole la canilla de dinero a Cantín. Al no poder pagar los sueldos, luego de 120 días de paro y una ciudad parecida a Kosovo, la situación se haría insostenible, la encerrona natural lo obligaría a tomar una decisión y la decisión era una sola: irse.

El punto es si Grasso cree que el SOEM ahora, hará borrón y cuenta nueva o si podrá negociar algo que no sea plata. Porque no podrá sentarse en ninguna mesa de paritarias, como intendente interino, si no les asegura lo que les falta cobrar de los sueldos, el aguinaldo, el pago de los sucesivos meses y el 15% de aumento que les deben desde el año pasado y que fue el origen de este largo conflicto.

Habrá que ver si Grasso logra componer todo y pagar lo que se adeuda y dar el aumento correspondiente, la paz volverá pero ¿A qué precio?. Porque esta actitud del edil que no tiene la maquinita para fabricar billetes (como la tiene Boudou), dejará ver que la nación aparece con el “paquete de fondos” para reconstruir la ciudad y pagar las deudas y entonces, la pregunta de todos los votantes y de los trabajadores del SOEM que hace tres meses padecen de las peores carencias, será ¿Y si podían ayudar, por qué no lo hicieron antes?.

Entonces quedará claro que no lo hicieron antes porque querían obligarlo a Cantín a renunciar, cosa que lograron, reconociéndose en los hechos, lo que en las palabras tratan de negar: que la salida del Intendente (por ahogamiento financiero) es un nuevo golpe institucional del kirchnerismo, esta vez de la mano de un nuevo actor, que todavía ni si quiera tiene puesto los pantalones largos de un político consolidado: Máximo Kirchner.

(Agencia OPI Santa Cruz)