El gobernador de la provincia siente que no resiste diez meses de campaña con el desgaste del gobierno por el caso Nisman. Quiere las PASO en abril y generales en junio/julio.
Daniel Scioli siente que sus posibilidades se achican día a día. El gobierno está inmerso en un escándalo del que mucho le va a costar salir y siente que él está en la mitad del océano: sufre también ese desgaste pero recibe además todos los cachetazos de aquellos a los que se siente obligado a defender ante lo indefendible.
Quiere adelantar las elecciones. En su entorno se dice «así no se resiste hasta octubre» y creen que es imprescindible darle a la gente una expectativa electoral que la saque del centro de este debate desgastante.
Y ya le llueven las denuncias…porque todos se dieron cuenta.
La diputada Mónica López denunció que “algunos sectores vinculados al gobernador y precandidato presidencial Daniel Scioli presionan mediáticamente al gobierno para suspender y pasar directamente a las presidenciales en abril o mayo próximos».
La vicepresidente del Bloque de diputados del Frente Renovador aseguró que «acepto que se vive un momento de extrema debilidad institucional y mucha bronca entre la gente, pero la solución no es que se vayan antes sino que fortalezcan su credibilidad emitiendo las señales que las instituciones de la República y la opinión pública está reclamando».
«El objetivo del adelantamiento está relacionado a dos cuestiones básicas y evidentes, el tiempo corre contra las aspiraciones del gobernador bonaerense que ya corrobora en las primeras encuestas que se le licuan los votos que al menos por ahora están corriéndose a indecisos. Además el crecimiento del ministro Florencio Randazzo amenaza incuso su triunfo en la interna del Frente para la Victoria. Esto sin considerar que las derivaciones de este escándalo lesionarán aun más las intenciones del oficialismo» dijo Mónica López.
«Los que motorizan la idea de adelantar las elecciones, le quitarían tiempo al armado local de los candidatos de la oposición como Macri, Massa y el UNEN, incluso frenarían la idea de algunos sectores de avanzar en una gran interna de la oposición», siguió.
«En cuanto a quienes impulsan esta corriente de opinión sólo basta leer los diarios y ver las repercusiones en redes sociales» para finalizar «tenemos presente el pedido de Ricardo Balbín en el enero de 1976 de «llegar a las elecciones aunque sea en muletas», cuánta razón tenía y qué poco fue considerado en su momento el líder radical».
Scioli sabe que se juega su futuro y aún con su estilo tibio y reptante no quiere mantenerse inmóvil ante la debacle.