Dentro de una semana los padres que llevan adelante los trabajos de reparación de la escuela Primaria 2 de Dorrego 633 tienen previsto entregar las llaves y recibir el final de obra.
Cuando eso ocurra sumarán 40 los días de dedicación casi exclusiva que tuvieron los padres, docentes y algún vecino, para poner en condiciones el establecimiento escolar.
En medio de una situación judicial que ordenó la clausura de la escuela y cuando todos creían que la solución estaba lejos, los padres Gustavo Volpe y Federico Pucirrelli, integrantes de la empresa Sanfed Montajes, decidieron proponerse voluntariamente para llevar adelante las reparaciones. La iniciativa se concretó a fines de diciembre y el 8 de enero recibieron las llaves del edificio. Durante esos días recibieron el llamado de un ex alumno que hoy reside en Buenos Aires, quien realizó el aporte monetario más sustancioso para que los trabajos se pudieran poner en marcha. Luego vino la ayuda de otros padres, vecinos del barrio y dos maestras. En total son cerca de una docena las personas que de lunes a lunes, de 8 hasta la madrugada, trabajan sin cesar en la puesta a punto de la escuela.
Vale recordar que a principios de octubre del año pasado, el juez Néstor Salas hizo lugar a un pedido colectivo de la comunidad educativa de la Escuela 2 y dispuso la clausura del establecimiento por las malas condiciones edilicias. La resolución establecía que se dicten clases en una escuela alternativa (que fue la Primaria 5) e imponía un plazo de 90 días para que las autoridades pongan el edificio en buen estado.
Como la solución por parte de las autoridades no llegaba, estos padres cumplimentaron toda la papelería requerida para hacerse cargo ellos de las labores. Hoy están orgullosos y también cansados, pero tienen como meta entregar las llaves el miércoles próximo y esperan que el juez levante la clausura de oficio así los chicos pueden regresar a las aulas el 2 de marzo.
«Nosotros queremos entregar todo la semana próxima y que el proceso sea rápido para que puedan empezar las clases», explicó Volpe mientras mostró lo realizado.
Una de las tareas más arduas que concretaron fue la renovación de parte del techo. Asimismo se pintaron las 12 aulas donde también se colocaron los zócalos, arreglaron ventanas, puertas y cortinas. «Había un aula donde durante un año y medio los chicos estuvieron sin puerta y con la persiana baja, así que las clases se daban con la luz del salón», dijo Volpe. Las dependencias administrativas (secretaria, dirección, salón de docentes), también se pintaron, y la cocina se recicló. «Cambiamos tablero de electricidad, el aparato de cocina, se pusieron azulejos de manera que queda refaccionada a pleno», expresó. En los pasillos se colocaron cerámicos y lo mismo se realizará en el salón de usos múltiples donde también se cambiarán las luminarias. Los calefactores quedaron todos en funcionamiento y el aula de computación también se acondicionó. «Nos quedó sin abrir un salón del que nunca recibimos la llave», explicó Volpe quien precisó que en el edificio también funcionan la Secundaria 46 y la Media 11.
Volpe precisó que la semana pasada recibieron al juez Salas, quien estuvo viendo el desarrollo de las obras y a quien invitaron a regresar a fines de esta semana. «Queremos que el juez regrese para ver todo y nos diga incluso si considera que hace falta algo más», precisó Volpe quien se mostró esperanzado en que la justicia levante la clausura de oficio y se evite el papeleo que podría demorar el regreso a las aulas en el citado establecimiento.
Fuente: La Capital-Mar del Plata