El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, anticipó que habilitará al personal hospitalario de la provincia a jubilarse a los 50 años de edad, con 25 años de servicio.
El sistema de salud está en crisis en el país y muy especialmente en la provincia de Buenos Aires, en la que tanto el sector público como el privado están en estado terminal.
El primero por falta de presupuesto -que lleva al hospital público a no contar con los insumos mínimos básicos ni el personal que puede necesitar para brindar un servicio digno– y el segundo porque el incumplimiento de las obras sociales, agobiadas a su vez por la deuda que el estado mantiene con ellas y por la irresponsable carga que les representa tener que afrontar medicina de alta complejidad y costo, lo ha puesto en una situación de frustración que sólo pudo maquillarse con la Ley de Emergencia Sanitaria pero que ya no da para más.
En medio de semejante situación, de la que los marplatenses hemos tenido claros ejemplos en los últimos tiempos, Daniel Scioli sigue su irresponsable búsqueda de votos al anunciar un decreto por el cual los trabajadores de la salud podrán jubilarse a los 50 años.
«Con este nuevo decreto he demostrado que lo que prometo, lo cumplo y vamos a trabajar por las conquistas que faltan en esta agenda que tenemos», manifestó, tras lo cual insistió con que se trata de una nueva conquista que «es mérito de los trabajadores».
¿Es razonable retirar a un agente de la salud en su plenitud?, ¿tiene sentido vaciar el sistema de sus mejores trabajadores?, ¿puede seriamente pensar que este es el momento para someter al sistema público al vaciamiento de personal y al privado a tener que salir a buscar nuevos agentes, sin experiencia ni conocimiento de la realidad circundante?.
Claramente no; sin entrar en la cuestión de seguir engrosando el sector pasivo sin tomar nota de su progresivo desfinanciamiento.
«Los trabajadores de la salud estamos junto a un hombre que tiene palabra», elogió a su turno West Ocampo el Secretario General del gremio beneficiado, y agregó que en el gremio están «profundamente agradecidos» por la nueva conquista, en referencia a la jubilación anticipada.
Una fiesta en la que todos piensan en su beneficio personal y pocos o ninguno en el del sistema de salud o el de la sociedad.
Pareciera que nadie toma nota del momento que atraviesa el país.