«Seré reelecto»: «Mambrú» Arroyo se rebeló y fue a la guerra

«¿Usted me está tomando el pelo?», fue la pregunta que disparó la gobernadora en su comunicación telefónica con Carlos Arroyo en la mañana de hoy. Ultimátum y guerra de final abierto.

Eran poco más de las 8.30 cuando Maria Eugenia Vidal, que acababa de recibir un crudo informe del próximo  ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre, quien por estas horas cumple en Mar del Plata la difícil misión de encontrar alguna puerta de salida a las recurrente crisis política que los errores de la administración de Arroyo comete a cada paso, se comunicó con el intendente para pedirle que por fin aceptara sin chistar las órdenes que le llegaban desde La Plata o lisa y llanamente diera un paso al costado.

“Afortunadamente me quedan tres años y otros cuatro para terminar con el trabajo”, dijo a las pocas horas durante un recorrido por obras de asfalto que se improvisó a último momento para justificar el contraataque.

A la hora de ponerle una nota a su gestión, en lugar de un número como hizo Mauricio Macri con la gestión nacional (le puso un ocho), Arroyo prefirió una letra, la S. “De satisfactorio”, explicó. Claro que esa visión optimista dista mucho de lo que ven desde La Plata y desvela y enfurece a quien ocupa el sillón principal.

Un nuevo descubierto bancario para pagar sueldos, la prolongación de la emergencia económica y la falta de transparencia en el uso de los fondos enviados para obras que Vidal considera fundamentales para sustentar sus aspiraciones electorales en el distrito y que aquí van a parar al gasto en salarios cada vez más desmadrados y la convicción de que Arroyo está dinamitando la alianza Cambiemos para generar otra con apoyo de algún sector del massismo, atragantaron el desayuno de la mandataria que ya no está dispuesta a dar más oportunidades.

Frente al ultimátum Arroyo decidió redoblar la apuesta y salió a hablar de su reelección como si todo en su alrededor transcurriese sobre un lecho de rosas. Cree y espera que esos sectores de su nueva alianza salgan a apoyar la idea en las próximas horas y que, como es de esperar, el rechazo o la indiferencia de sus actuales socios le permitan dar el portazo e intentar gobernar con «los nuevos equilibrios».

Claro que todo se preguntan como podría hacerlo en el contexto de una ruptura con la provincia y con las arcas municipales totalmente vacías y sin esperanza alguna de crecer sensiblemente. Si hasta ahora ha subsistido por el dibujo financiero...¿de dónde podrá sacar los fondos necesarios para pagar salarios si dinamita los puentes con La Plata y pierde entonces el arma del descubierto en la banca provincial?.

Pero Zorro Uno no se caracteriza por tener demasiado sentido común y es además amante de esa épica decadente que lo hace sentir que es un guerrero en operaciones, desembarcando en playas enemigas e izando con gloria la bandera del triunfo.

Un delirante, bah...capaz de creer que todo es posible al influjo de una de sus estentóreas órdenes dirigidas a su imaginario ejército.